Into The Woods

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Los rumores son fuertes y llegan tan rápido como el viento y todos son iguales, en el bosque de Corona pasan muchas cosas, el bosque de Corona está hechizado, si pones atención podrás escuchar el canto que te llama, el eco de las voces que trae el viento , solo mirar solo pensar en el bosque trae consigo a esa voz, ese cantó inolvidable, algunos juran otros afirman y otros dicen que el espíritu que protege el bosque se encuentra en lo más oscuro, en lo más remoto del bosque encantado, cientos de miles de testimonios y rumores sobre lo que se encuentra en el bosque.

Los rumores habían llegado tan lejos como era posible, siquiera había un límite de ellos, solo los más valientes o los más ingenuos entraban al bosque encantado, las historias y testimonios comenzaban a sonar como un engaño, jamás nadie que viviera lo suficiente cerca del bosque podía escuchar aquel místico canto del que los exploradores y aventureros hablaban, desmintiendo cada rumor y cada engañó, sin embargo nuevamente el solo dejando un rastro de nada, aún desmintiendo des validando aquellos rumores nada ni nadie lo suficientemente cuerdo investigaría por su propia voluntad y aún así por alguna razón lo que estaba oculto en ese bosque comenzaba a llenar a los demás de curiosidad.

No solo de el, el jamás había hecho caso omiso a todos aquellos rumores de las personas que a su vista eran un tanto crédulas, el siempre había pensando dicho "ver para creer", dudaba en qué alguna criatura "mágica" estuviera en aquel bosque, sin embargo no estaría siempre excento de apreciar o tal vez presenciar aquello y fue así como comenzó esta historia.

Después una gran jornada y un largo viaje a Corona por la búsqueda de nuevos materiales para sus inventos aquel joven se dirigía a su hogar a la última cabaña de la aldea de Old Corona justo donde iniciaba el bosque encantado simplemente ignoraba aquel camino y aquel lugar  pero a veces esa curiosidad lo consumía, no quería parecer crédulo solo desviaba su mirada para volver a concentrarse en su objetivo principal su llegada a casa, eso no era diario claro normalmente pasaba cada dos semanas ya sea por materiales o alimentos ayudando a su padre el líder de ella pequeña aldea si de ambos vivían, no fue hasta este día que todo se oscureció el camino había sido más largo de lo normal y nuevamente se pasó como todos los días a un lado de la entrada del bosque donde los árboles comenzaban a brotar, su camino aún era claro y sin distracciones pero solo y simplemente está vez antes de irse, el eco de una voz en el bosque se hizo presenté, aquel joven sólo se quedó pasmado ahí al instante su piel se torno pálida y su rostro inquieto se dibujo el miedo consumidor, eco tras eco una melodiosas voz que el viento trajo como si algo estuviera cantando en el vacío pero solo era el bosque, el coro de aquella voz era hermoso pero tétrica mente inquietante, no quería moverse y no quería creer lo que estaba escuchando, el joven alquimista solo estaba buscando todas y cada una de las probabilidades de lo que podría significar, buscando alguna clase de lógica pero no podía evitar pensar en todos esos rumores, leyendas y todo lo que el reino decía comenzaba a reproducir se en su mente, acelerando su corazón oprimiendo latidos y respirando intranquilamente, no podía ser cierto ni siquiera posible, quería negárselo a si mismo pero no podía y eso lo aterraba, ni siquiera podía mantener el aliento o acomodar sus palabras, sus pies no se movían estaba petrificado y así se quedó por unos momentos hasta que como el viento llegó trayendo esa canción a sus tímpanos se la llevó lejos para no volver por ahora, justo cuando todo volvió al pacifico silencio, si respiración sus latidos y todo su cuerpo volví a moverse y relajarse y sin más que pensar sin más que decir solo continúo si caminó a casa algo intranquilo.

Varian-¿Papá?¿Estás en casa?- cuestionó el joven mirando a sus alrededores a lo cual no hubo respuesta aquel joven algo exhausto fue a su recámara para dormir o por lo menos intentarlo, al abrir la puerta de su alcoba lo único que logró divisar fue a aquel pequeño mapache acostado en cama tomando una siesta, algo más tranquilo suspiro profundamente aliviado de haber llegado a casa, para comenzar a acomodar sus cosas antes de ir a dormir, se puso una pijama y se envolvió en los cobertores mientras Rudiger se acurrucaba a su lado, su mirada divagante posaba por todo el techo mientras toda clase de pensamientos fluían cual agua en el arroyo, analizando su día entero y los pendientes que tenía al llegar nuevamente el amanecer, quería pensar todo menos en lo que más llegaba a su cabeza en momentos fugaces para desaparecer y aparecer una y otra vez momentáneamente  intentando no pensar demasiado en ello o simplemente no pensarlo, se negaba a dejar que eso dominará en su mente, sin embargo por más que el lo evitará la imagen del bosque, el eco de esa voz, ese cántico que creaba profundidad encantadora como un llamado, por mucho se negó a creer las historias y disparates de los demás aldeanos pero todo era diferente al presenciarlo, aún intentando darle una explicación lógica cualquier que no fuera la historia de un encantado bosque, estaba desesperado por el hecho de solo tener algo así en su mente, el mismo se regañaba internamente por el hecho de comenzar a pensar que todos esos rumores podrían ser ciertos, pensamiento tras pensamiento lleno de nuevos dudas y tumultos, todo para que solamente mirar por las suaves y oscuras cortinas que bailaban por el viento mostrando la del manto estelar de la luz lunar, miro solo unos momentos si atención se posó en la ventana mirando como estás de movían con la gracia del viento que daba la vista al bosque y el canto que esté traía fue lo último que logro escuchar antes de volver a caer profundamente dormido.

Varian One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora