Varian One-shot

Este no es un cambio de roles 18

Capítulo 18: Heather Cabret siempre está en problemas

Temática:  _____ aprende que las personas jamás terminan de conocerse pero es grato descubrir cosas nuevas de nosotros y de otras personas en su entorno.

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Era noche y era tarde, la habitación se encontraba a oscuras mientras su respiración que antes era relajada se volvió inquieta al igual que su mirar que divagante estaba en busca de u  algo en el techo de su alcoba, trazos incoherentes, figuras y formas inquietantes que se le perdían al despegar su mirada mientras volvió a intentar encontrarle sin embargo al encontrar el punto anterior ya no miraba la misma figura incluso si se esforzaba en volver a formarla no sucedía, su mirar estaba inquietamente perdido al igual que sus pensamientos, respiraciones lentamente abrumando en su pecho que subía y bajaba con el latir profundamente pesado, ya harta y atormentada  joven rendida soltó de cama.

La luz prendida, la luz inundó al instante la recámara, sus ojos se cerraron con fuerza a la irritante molestia, al estar adaptada a la oscuridad, parada en la esquina de su alcoba, nuevamente volvió a acostumbrarse aún que su entorno era mareado al levantarse con agresividad, su mirar se posó en su habitación y busco sus cosas, entre ellas un lienzo limpio y sus pinceles y acuarelas, por un instante se sintió abrumada por el sentir de necesitar pasmar algo en el lienzo.

Más estando enfrente de este todo desapareció, todas esas imágenes que estaban en su mente al sentarse frente al lienzo se borraron, estaba asombrada a lo recientemente sucedido, amaba pintar pero está vez no había nada, incluso si alguien describía un paisaje o alguna idea su cabeza no le daba la imagen, en unos días debía entregar aquella pintura tan especifica de sumos detalles que ella misma pregunto a su cliente pero nada le dio una idea, ningún detalle le había ayudado, ninguna palabra le inspiró algo y fue cuando la frustración llegó a adueñarse de su mente,  Hace años ella no tenía un bloqueo creativo y eso comenzó a estresarle buscando alguna idea aún escapando en su mente tenía pocos días para entregar su trabajo y no lograba concentrarse, después de unos minutos el ruido del eco de las pisadas inquietas caminando de un lado al otro en círculos por toda la habitación mirando con frustración un lienzo completamente en blanco, miradas que inquietas se posaban en los lienzos que estaba junto a la ventana, y lo único que miraba era nada, ni una sola pista o inspiración en su pecho que nuevamente se encontraba vacío en ideas, simplemente era igual que ese lienzo, su mente el blanco cruel viajaba borrando las imágenes que llegaban a unos instantes y luego eran salpicadas por cientos de gotas de pintura blanca palabras que borraban el instante dejando otra vez ese monótono blanco, ella misma se había obligado a sentarse en la orilla de su cama con el pincel es sus manos para obligarse a buscar algo en lo profundo de su cabeza, una pintura que realmente expresar lo que sentía, ese amor por los colores que ella pasmaba en cada cuadro, mirando sus anteriores creaciones, pensando en que había pasado con esa creatividad y esos trazos.

Y todo cambio en un parpadeo, sus ojos se abrieron de golpe al escuchar el sonido de su alarma irritante levantarle, maldijo buscando su celular con los ojos aún cerrados su  embargo lo único que sintió al estirar el brazo fue la fuerza de gravedad jalando de su brazos, fue cuando los rayos de sol molestaron en su rostro y cayó en cuenta estaba dormida, se quedó dormida en una de las esquinas de su cama otra vez, rápidamente se levantó y abrió de par en par sus ojos y miro su entorno, su alcoba estaba igual que ayer en la madrugada, confirmando que inconsciente se durmió pensando o tal vez pintando, emocionada por el pensamiento espero ver algo nuevo en el lienzo, su rostro fue el que se pinto de decepción al ver nuevamente el lienzo en blanco.

El suspiro ya exasperado y rendido de la joven salió tan extenso y desganado como pudo para buscar su celular, al menos hoy era viernes, lastimosamente debía ir a la escuela, pesando en todos los problemas que siempre venían de ese lugar, rendida se levantó tomando su celular del buró al lado de su cama y alimento a su hámster para mirarlo nuevamente con inquietud y algo de lástima al no poder dejarlo vagar por la casa ya que tenía la reputación de rodar por las escaleras, ella ama decir que ese roedor era un doble de riesgo, después de todo para la rubia si pequeño hámster era del escuadrón de la película fuerza-G con los pequeños hámster, más no tenía el  tiempo suficiente para pensar en eso ahora, sacudió la cabeza expulsado ese pensamiento volviendo a la realidad, alistarse para la escuela, sin mucho tiempo al parecer ya que la segunda alarma había sonado tarde al parecer apenas tendría el tiempo de vestirse y salir de la bella morada para solamente correr lo más rápido posible solo para llegar a tiempo, pensando en varias cosas, el prefecto que siempre le detenía en la entrada retrasando su llegar a su primera clase, la cálida y pintoresca visita regular a dirección y finalmente una tarde de detención.