Other Life

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(Continuación de Otra vida...)

No estaba bien, nada estaba bien, y las cosas no iban a mejorar. La única pregunta que rondaba por el reino era ¿Cuál era su destino? El destino del reino, cual era el destino de su Reina. Todos miraban al desdichado reino con pena inmensa. Pero nadie se cuestionaba cómo lo estaba lidiando.

Solo estaba ahí en el sillón al lado de ella, tomando, apretando fuertemente su mano, la miraba y después miraba por el gran ventanal para dejar escapar un largo suspiró, agotado.

Al tener que lidiar con otro amanecer sin esperanzas, lidiar con otro amanecer en el que ella no despertaba.

-Por favor - Rogó susurrando de forma desconsolada. Nada estaba bien, no desde que tomó la piedra luna, todo se sentía diferente, todo era diferente.

Ya nada era igual, todo había cambiado desde su viaje al reino oscuro, ya no había nada, absolutamente nada que la hiciera despertar de su sueño que parecía eterno. _____ miraba por la ventana esperando que la respuesta estuviera ahí, como si fuera a llegar, como si esperara algo, como si esperara a alguien.

Pero eran muchas esperanzas para alguien que pasaba sus días y sus noches velando por la joven de cabellera dorada como el oro y larga como la noche, la joven reina había que había pasado en una torre su vida entera, ahora dormía el resto de esta.

No, no podía dormir, no quería irse de su lado, quería verla, quería estar ahí para verla abrir sus ojos otra vez, solo una vez más y por ello rogaba, las palabras y advertencias hacían eco en su cabeza golpeando como el mar y el viento.

Es la gota de luz de sol, ella acabará con todo esto, con las rocas negras, esas rocas están sepultando nuestro reino, nuestro hogar, la piedra es nuestra única esperanza. Sus propias palabras ahora sabían amargas al escucharlas resonar en su mente, dejando un mísero sabor en si boca. Ellos tenían razón, no, no lo era, la piedra luna no era la salvación de Corona, la piedra era realmente lo que habían dicho.

«La piedra luna es peligrosa, nadie debe acercarse a ella»

Debieron haberlos escuchado, debió escuchar las advertencias de los Brotherhoods, la piedra luna no era la respuesta, no elimino el problema solo lo detuvo, las rocas negras no habían desaparecido, se habían tornado doradas y no volvían a emerger de la tierra, simplemente se habían quedado inmóviles.

-Abre los ojos, el reino te necesita... yo te necesito...- susurró en ya gastadas súplicas, mientras miraba a la joven postrada en un lecho de flores.

Las esperanzas y la paciencia se perdían para ____ y para el reino, no había nada más que hacer y su mirada nublada por las lágrimas no le dejaba ver con claridad, simplemente sentía que no había respuesta, que no había salida, ni opciones. En ese momento se sentía que todo se había perdido.

El amanecer había llegado hace apenas unas horas, al salir el sol, había contemplado por la ventana los finos y cálidos rayos de sol salir y caer sobre su rostro, su mirada se dirigió apresurada al ventanal que asomaba al jardín del palacio, suspiro profundamente, cada día temía temía que ella jamás despertará, pero un sonido proveniente de la puerta sobresalto al chico, los latidos de su corazón se oprimieron al instante, mientras sus ojos se agrandaron, su expresión dibujada reflejaba al sentir un susto.

-Adelante -dijo para alejarse lentamente del borde de la cama, limpiando sus lágrimas para sonreír de forma levemente desganada.

-Lamento molestar alte... ____ - musito suavemente antes de abrir lentamente la puerta, pues simplemente para nadie no era fácil entrar a esa alcoba sin sentir. sin sentir ese algo que dolía en el pecho.

Varian One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora