Varian One-shot

¿Nada ni nadie?

Ni una simple sonrisa y ni un poco de luz en el abismo profundo de su mirar larimar, algún reflejo de sus sentimientos, el frío que sentía en ese momento era inmenso, si quiera hacia frío real, era un sentimiento, ¿Haz caminando con tristeza en medio de un fuerte diluvio, gotas de agua helada que caen sobre una suave y cálida piel, eso era lo que el sentía, ni un suéter o un cobertor quitarían ese sentir que llegó a agobiar sus pensamientos, su mirar bajaba por la oscuridad habitación la poca luz y ruido de las demás personas era lo único que lo acompañaba, risas llenas de diversión y armonía que podían derretir el hielo, ~Melancolía~ única palabra que lo definía todo.

Pero la cuestión el no la comprendía, su ánimo comenzó descender día tras día y el aún no encontraba la razón, tal vez no quería admitir lo, se sentía solo, después de las vacaciones extensas el no salía de casa, si quiera se molestaba a ver el sol salir o la luna ocultarse, las horas se pasaban en el reloj hora tras horas, el reloj de arena avanzaba sin piedad para el, no se molestaba en ver su reloj la semana pasada ya había perdido su día entero mirando como las manecillas del reloj se movían, las horas se dormían profundamente junto con el, otra parte de su tiempo se dedicaba a mirar las notificaciones de su celular, nada, ninguna a excepción de actualizaciones de libro u algún mensaje de las noticias fuera de esas dos su celular estaba en completo silenció.

El sentimiento de que todas las estrellas en el cielo se había apagado, como si los siete anillos comenzaran a colapsar, nada se sentía igual, incluso el mismo miraba su reflejo no se reconocía, probablemente por que todo en la oscuridad, era tranquilo, solitario pero cómodo, silencio acunado como el de su débil latir, incluso poniendo su mano en su pecho no lograba escuchar el latido tan tranquilo y pacifico, estar solos esta bien pero esta vez, estos dias no se sentía así, incluso ahora que el sol había salido hace unas cuantas horas el ni siquiera se molestaba en apartar su mirar de los granos del techo, buscando alguna forma, alguna patrón, un dibujo de estos, intentando no pensar de mas.

Su tiempo lo dedicaba a mirar el ventilador de techo girar, perdiendo su vista en el hipnótico mareo que lo hacía sentir somnoliento, escuchar el bullicio de la gente era el único contacto que tenía del exterior, había pensado tanto en llamar a sus amigos pero tenia miedo que probablemente ellos estuvieran ocupados para hablar o simplemente tenía miedo de molestarlos, pensaba que por esa razón nada ni nadie preguntaba por el, el miedo constante que su mente susurraba hacia al joven dudar de cada una de sus acciones, todo pensamientos que llegaba a fluir cuál magnolias de verano solo lo hacia sentir como una flor de campo marchita que alguien había dejado decaer, el joven se acomodaba entre sus cobertores, pensando mientras la música que se reproducía en su móvil que se posaba siempre en el mueble al lado de su cama, dejando que las frías lágrimas de cristal se escaparan de sus ojos recorriendo sus mejillas para finalmente caer y ser absorbidas por la almohada, discretas y silenciosas lágrimas que salían en contra de su voluntad, el se cuestionaba el porque, la causa y la razón por la que aquellas lágrimas se escapaban mientras el solo divagaba por su mente, ¿Qué era lo que sentía? No lo sabía pero dolía en su pecho ese sentimiento indescifrable dolía.

Incluso el mismo sentía el no tener una razón para seguir dejando caer lágrimas con un sentimiento vacío, era tan difícil como intentar tragar una píldora sin agua, no quería que todos le mirarán así, hundido en pena, inmensa, miradas llenas de lastima, naufragando en perdición, sin embargo ya había olvidado como se escuchaban las risas o las voces de sus amigos, como lucían, aquella calidez que el cariño brindaba, desde que había comenzado las vacaciones de invierno no sabia nada mas de sus amigos, hace tanto tiempo no había una larga y cómoda mirada, hace tanto había dejado de sentirse el mismo, ese joven que normalmente estaba alegre, aquel chico que siempre brillaba en animo y hacia adoraba hacer reír a los demás para borrar caras tristes, esta vez el se sentía sin esa energía, este mes el no se sentía bien, estaba perdido.