capitulo 5.

920 42 7
                                    

Desde otra perspectiva.


N

arra:___.

—Tengo mis razones.— intenté justificarme.

Esa mañana no desperté en mi habitación. Era por una simple razón, y es que me habían tenido que llevar a la enfermería por falta de sueño y una pésima, pésima alimentación.

Es que ¿Cómo se me ocurría comer solo chocolate? Pero, al menos no me daba hambre así que mientras no me diera hambre todos estaría bien, por que así podría ahorrar más tiempo en encontrar información. Información sobre el tema de Remus.

—No las escucho.— Rem estaba regañandome y honestamente yo no estaba de humor como para que se creyera papá.

Pero sabía que si no le contestaba sería peor.-Escucha, no me interesa si te enojas tú me pediste la razón. Todo el tiempo que tenía libre lo utilice para buscar información sobre una forma de ayudarte con tus transformaciones y encontré deecho, dos formas.

—¿Que?— pregunto perplejo.

—Si, hay dos maneras de.

—¡No! No quiero saber.—me cortó las palabras.

Pero me importo poco y seguí hablando.—la primera es que te tomes una poción, se llama la poción mata lobos, no es una cura pero al menos mantienes la conciencia mientras te transformas. Y la segunda es algo más como para mí; animagos, se pueden transformar en un animal y son capaces de estar con los hombres lobo en sus transformaciones, aún que es ilegal si no hace con el ministerio, es tardado y puede ser peligroso.

Había mantenido mi mirada hacia abajo para no encontrarme con la de Remus mientras yo hablaba, pero cuando dije mi última palabra, lance mi mirada hacia el.

Estábamos solos en el dormitorio, ya que los chicos habían ido a hacer las pruebas de quiditch, al menos James y Sirius, Peter, como de costumbre los siguió. Así que se hizo un silencio casi sepulcral mientras nos veíamos directo a los ojos.

—No pedí de tu ayuda.— hablo fríamente y enojado.

El solía hablar así mucho, por qué solía enojarse mucho, pero no conmigo.

—No espere a que me la pidieras.— respondí calmada.

Se pasó una mano por el pelo con obvia frustración.—No puedes dejar de comer y dormir bien solo para ayudarme.

Me estaba cansando de su tono de voz y el echo de que me estuviera regañando como si fuera mamá, ya no era como un papá, ahora eres como nuestra madre conmigo en ese momento.

—No puedes salir corriendo detrás de tu estúpida hermana, arriesgando tu vida y tu futuro. Estamos a mano.— me pare de la cama para irme de ahí pero Remus no me dejó.

—No, no estamos a mano.

—¿Bien entonces que quieres?

—¡Que te cuides! Por el amor de Dios ___.

—¡Estás siendo un maldito egoísta cuando solo intento ayudarte!

—¡Pero no quiero que me ayudes!

Las voces se iban intensificando cada ves más y sabía que no iba a terminar bien.

Quizás si esto hubiera ocurrido dos o tres años antes, me habría quedado callada esperando a que Rem desquitara su coraje pero ya no.

—¡Ese es el punto! Soy tu hermana, no tienes por qué pedírmelo.

—¡Pero no puedes arriesgarte!

°notre promesse °  (Regulus Black y tú)Where stories live. Discover now