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Los Malik son una familia paquistaní con una exitosa floristería. Después de la pérdida de su abuela, Zayn, un estudiante conflictuado, siente que el mundo llegó a su fin. Será cuestión de que Liam, un exitoso abogado con un excel...
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La relación del abogado con la familia se había estrechado lo suficiente. Después de las primeras semanas de llevar a Zayn a la florería, la Sra. Malik decidió obsequiarle comida. Guisos, sopas, ensaladas. Lo que comerían por la tarde, era lo que le hacía llegar a Liam en bandejas para cargar alimentos. Después, llegaron los souvenirs: bufandas, ropa, lentes de sol. Cabe destacar que aquellos en el carro tenían la suficiente comodidad de estar juntos como para hablar muy poco y no incomodarse.
Para el último obsequio, Liam Payne había sido invitado a la residencia Malik para celebrar el cumpleaños de la mamá de Zayn. Nada complejo: la familia comiendo junta en la mesa, partiendo el pastel para después hablar y tomar toda la noche.
— Estamos agradecidos de que nos haya podido acompañar el día de hoy, pensé que no tendríamos el gusto de contar con su presencia —habían terminado de comer y estaban sentados en la sala, Zayn al costado de su madre— debería de conocer la casa. Cariño —observó a su hijo— ve y enséñale al Señor Payne la casa y tu habitación, ¿Eh? ¡Anda, anda! Que se hace tarde y estoy segura que debe tener que irse pronto a su casa.
Comenzaron a andar juntos, sin pena ni gloria. Primero la cocina, después las habitaciones. La de su mamá, la que solía ser de su hermana que ahora utilizaban como estudio, el espacio de la abuela que era un salón acondicionado como biblioteca para leer y pasar el rato en tranquilidad y por último, el lugar favorito de Zayn: el ático.
Subieron las escaleras que chillaban con su peso para entrar a aquel lugar, amplio, repleto de flores y estructuras metálicas que eran la espina dorsal de los arreglos. —Este lugar es donde guardamos las cosas de la florería que no utilizamos tan seguid- —Fue interrumpido. Las gruesas manos de Liam estaban en su cintura, apretándole contra su cuerpo. Sus labios chocaron. La tenue iluminación del lugar y todo lo aparatoso, daba cierta estética al momento. En sus pensamientos, Zayn estaba en mil momentos distintos, sin saber como reaccionar ante aquello.
Por un momento, se dejaron llevar por el atrevimiento de Liam y le empotró contra la pared, aún besándole. Zayn jadeaba cuando separaron sus bocas y sonrojado, solo negó con la cabeza y siguió tomando la mano del otro.
—Z-zayn, lo lamento. No fue el momento indicado, fue una tontería de mi parte hacer esto.
—Fue el momento indicado, sin embargo, y-yo, aún sabiendo que iba a pasar en algún momento, nunca me pr-preparé para reaccionar cuando sucediera —le abrazó— Liam, te has preocupado tanto por mi estos últimos meses... siento, siento que tengo una deuda la cual no sé cómo pagar.
— Creo que encontramos la moneda de cambio indicada —Liam cerró la brecha entre ellos acercando su cara a la del otro para volver a entrometerse en otro beso.
