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Los Malik son una familia paquistaní con una exitosa floristería. Después de la pérdida de su abuela, Zayn, un estudiante conflictuado, siente que el mundo llegó a su fin. Será cuestión de que Liam, un exitoso abogado con un excel...
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Clase del 2021. Se leía en una de las paredes del salón, repleto de flores. Había también muchas fotos de Zayn en todos lados. Después de tanto esfuerzo, se graduó de la preparatoria. La familia Malik convocó a todos los conocidos cercanos para disfrutar de un rato al aire libre, en una celebración estilo picnic que convocó la nueva matriarca. En la lista de invitados también iba el abogado Liam Payne, quien se había vuelto bastante cercano a todos, que llegó con un regalo masivo para el festejado.
Que lo abra, que lo abra. Se repetía el cántico varias veces, hasta que el graduado, sonrojado por la presencia de aquel en traje y la presión de observar el obsequio, decidió que lo iba a abrir. Jaló el listón color dorado, que desenfundó la caja para mostrar la sorpresa dentro: un computador nuevo. Se volvió loco, muerto de pena. — Sé que habías tenido problemas con el tuyo y... me parecía una buena idea que al llegar a la universidad lo hicieran con uno nuevo. Muchas felicidades.
Obviamente la mamá de Zayn comenzó a llorar de la emoción.
Posterior a discursos de agradecimiento y al abrazo que tenía que parecer forzado de aquellos dos, las personas se dedicaron a comer, bailar y sentarse en sus grupos predilectos de conocidos más cercanos para tocar los temas más importantes de la noche: qué futuro le esperaba a Zayn. Mientras tanto, aquel del que todos hablaban, había encontrado un espacio a solas con Liam, en la excusa de acompañarlo hasta su casa por unas cajas de refresco que traería a la celebración. El camino, fue hacia otro lado.
— No tenías que hacerlo, Liam. Me apenó mucho con mi familia el tener que aceptar algo tan caro de tu parte —susurró mientras se bajaba del auto, extrañado. Estaban en una vecindad que no conocía, frente a una residencia— ¿Esta es tu casa?
—Nunca me va a pesar obsequiarte nada —el mayor, sin miedo de ser vistos, se acercó a Zayn y le tomó por la cintura, dejándole un beso en los labios. Fue correspondido, obviamente. Sacó de su saco un juego de llaves y las alzo sobre la vista del otro— es tu regalo de verdad, nuestra casa. No hace mucho me pediste que quedáramos a dormir juntos y ahora, va a ser posible. Siempre que tu quieras, vamos a dormir juntos.
Zayn gritó de emoción. El shock le bastó para pedirle a aquel entrar inmediatamente al lugar. Todo en colores neutros y minimalista, tenía un montón de flora que ornamentaba todas las esquinas. La sala de estar era toda negra, con un televisor inmenso y una barra detrás. Conducía a la cocina, en mármol blanco y un frigorífico tamaño autobús. El piso de arriba tenía un baño al exterior, una recámara de huéspedes y lo más importante: la habitación presidencial.
La presidencial era inmensa, igual de grande que toda la cocina y sala de estar del piso inferior. Al palpar la cama sintió la seda de las sábanas. Al costado, una ilustración abstracta gigantesca de ambos, dándose un abrazo desnudos. Zayn estaba atónito, simplemente apretaba el agarre a la mano de Liam mientras seguían viendo todo. Estaba el lugar prácticamente listo para vivir ahí.
