17. L

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Muerdo fuertemente el borrador de mi lápiz cuando la ecuación que realice no se acercó ni un poco a los tres resultados que decía el jodido examen. Era una estupidez.

Yo no necesitaba estas matemáticas, no seré ni ingeniería ni doctora.

Tarareo Watermelon Sugar mientras rodeo la B en mi hoja de respuestas. ¿Qué? Ese es mi truco si no me la sé es obvio que es la B.

Sigo con normalidad el examen que esperaba tener por lo menos una D y poder usarlo como permiso para quedarme a hacer horas extras en el trabajo... que consiste en discutir con el señor Wayne sobre quién es mejor: Kubric o Hitchcock mientras disfrutamos de las películas mostrando nuestros puntos.

Miro a la profesora Rojas que sus ojos no paran de moverse por toda la clase para evitar cualquier intento de trampa. Le regalo mi mejor sonrisa de chica inocente cuando le extiendo mi hoja medianamente llena.

Me miró unos segundos antes de girar los ojos e ir en mi dirección.

—Señorita Luthor, siendo sincera la vida no se puede sobrevivir siendo mediocre. — Recibió mi hoja.

—Usted puede ver mediocridad yo lo miro como supervivencia de alguna forma, el sistema educativo no es un verdadero medidor de cómo serán nuestras vidas. — Me miró intrigante esperando a que continúe mi perorata. —Yo controlo mi accionar y mis decisiones si fuera un jugador de fútbol o porrista dispuesta a todo por una beca me enfocaría en ella evitando todo vicio que sea un impedimento de mi meta puede que algunos de mis compañeros logren eso u otros se pierdan en medio del camino y terminan cada cena de Día de Gracias o del Día de Los Caídos recordando sus falsos días de gloria. Nuestros deseos y mente tienen mucho que ver hasta dónde llegamos a futuro además de que tan dispuesto está uno a lograrlo de buena forma. — La profesora asintió de acuerdo. —Yo no seré nada ni usare su materia más sin embargo es una experiencia interesante conocer mis fallas sin tomarme a pecho el fallar ni culpando a otros por mi propia culpa. —

—A dónde quiere llegar es... —

—Seré la maldita voz de una generación de jóvenes que están en mi lugar, Miss Rojas y no necesitare la Formula de Vieta para ello porque no busco un Novel sino Un premio Kerrang! — Le regale mi mejor sonrisa.

Ella me sonrió. —Esperemos que la Estrella de Rock apruebe mi materia o será un mal ejemplo. — Dijo burlonamente. —Puede irse. —

Salgo del salón sonriente. Busco en los pasillos mi camino habitual a la cafetería de no ser por el estúpido de Mike hablándole toscamente a Samantha. Entre más me acerco más me horrorizo al ver al chico con una lata de aerosol en su mano. Con la otra tomaba a la latina de forma brusca. Rodeados por otros dos jugadores.

Oh mierda.

—¿Qué pasa Matthews? — Este me volteo a ver.

—¿No deberías estar en cuarentena? Toda persona que se acerca a ti se termina convirtiendo en marica. — Dijo haciendo una mueca de asco. —Esto es entre la Zorra que arruinó mi casa y yo. —

—De hecho, fui yo. — Admití con una sonrisa ante los rostros de sorpresa de no solo ambos, sino que también de algunos alumnos, no más de cinco ya que la mayoría seguía en clase con sus exámenes.

Y fue ahí donde el aire dejo mis pulmones por el golpe que recibió mi abdomen. Jadeo.

—¡Lena! — Grita Sam. Alguien la había tomado por atrás.

Ni siquiera pude reponerme cuando otro golpe dio en mi rostro por parte del furioso chico. Estaba segura de que él me golpearía hasta la inconsciencia ante los asustados espectadores.

Wonderless - Melancolic Rock SC AUWhere stories live. Discover now