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Suspire ligeramente al ver mi reflejo, no era mi momento favorito, en sí una parte de mi quería quitar todos los espejos de la casa y esconderlos.

Pero en otras ocasiones me imaginaba estar frente a él y verme con un poco de musculatura o para afeitar mi barba, cosas que a veces solo suceden en sueños.

Tocaron la puerta.

—Kary si no te apresuras se enfriará tu desayuno— sonó la voz de Clark, mi hermano mayor por cinco años.

Actualmente estudiante de periodismo, en un futuro será el gran reportero de un medio importante... o en eso se enfoca él, es el tipo de chico perfecto: alto, dulce, comprensivo, inteligente, pero a la vez fuerte, capaz de protegerte.

Él es todo lo que soñaba ser.

—Voy. —

Me vestí lo más rápido que pude tras obligarme a maquillarme porque según mi madre "Una señorita decente jamás debe salir sin arreglarse adecuadamente." Puaj.

Al bajar ya estaban todos en la mesa. Mi padre Jonathan Kent fiscal del distrito, un hombre estricto con enorme fe en el Dios católico. Como siempre vestido con su perfecto traje de negocios, su café en una mano y el celular en la otra.
A su lado mi madre Lara Kent exreina de belleza, como siempre me miró como si me faltara algo.

Nunca había sido suficiente para ella.

Me senté al lado de Clark el cual estaba metido en el periódico, el área de cultura.

—Te quedo horrible el maquillaje. — habló la mayor mientras cortaba un trozo de melón en su plato y lo llevaba a su boca.

—Así está perfecta. — gruñó mi padre. —Mi princesa no tiene que verse como una prostituta. — le dirigió una fría mirada a su mujer.

Así era su trato, ambos cansados del otro solo estando juntos por la imagen y estatus que se daban mutuamente, siendo sincero no sabía que haría falta para que ambos tomaran sus propios caminos. Ella con amantes ocasionales además de actividades en el club campestre y él con apuestas acompañadas de alcohol caro junto a sus amigos de negocios. Eran tal para cual. Juntos sin amor.

—Creo que Kara no necesita este tipo de comentarios en su primer día de su último año. — Clark evitaba subir la mirada.

Jonathan llegaba a ser muy intimidante cuando se lo proponía y más cuando su primogénito no llenó sus expectativas al no estudiar leyes. "Ya llegarás arrastrándote cuando te mueras de hambre" dijo. Debía ser sincero, me daba miedo su reacción en referencia a mi verdadera identidad sexual.

El desayuno continuó en silencio hasta que Papá se levantó de su lugar. Se abotonó el saco y dejó un beso en mi coronilla.

—Ten un buen día cariño— después de eso salió de la casa.

...

En mi mente, a tiempo. En realidad, veinte minutos antes del toque de campana para el comienzo de clases.

Tengo un cierto problema en el cual la sola idea de llegar tarde mi imaginación volaba en todas las posibles consecuencias de ello y convertía mi día en una esfera de ansiedad.

Coloco unas cuantas libretas dentro de mi casillero junto algunos libros nuevos para las clases de los siguientes días.

Algunos profesores y alumnos del año anterior que pasaban me saludan o me sonreían con afecto, no es que me conocieran directamente o esté llena de amigos, pero es inevitable que me conozcan, no quiero sonar presuntuoso porque aún no me he presentado ante ti y con eso demostré mi falta de modales...

Wonderless - Melancolic Rock SC AUWo Geschichten leben. Entdecke jetzt