21. L

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Temps Plus Tard

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Conocía perfectamente mi lugar entre sus bancas, el ambiente era irremediablemente tranquilo. Algo extraño al crecer en un hogar donde nadie creía en este tipo de cosas, pero para ser sincera a veces puedes sorprenderte a ti mismo.

Una anciana de rasgos latinos me sonríe desde el otro lado de la banca. Se acerca y se sienta a mi lado para tomar con sus manos una de las mías.

—Buenos días. — Le sonrió ligeramente.

—Es hermoso que los jóvenes logren reconectarse con Dios a pesar de todo. — Aprieta su agarre feliz.

Me rio un poco, era extraño este tipo de actitudes hacia mi persona, ósea soy una mujer de casi veinticuatro años con la mitad del cabello teñido de rojo y el resto completamente negro. El brazo derecho completo lleno de un blackout con rosas blancas en su interior por no olvidar algunos de mis piercings en mi ceja y oreja.

—Mi nieto era como tú antes de que las pandillas se lo llevaran, era un buen chico, pero las malas personas lo alejaron de nuestro padre. — La anciana hizo una mueca triste.

Le doy un apretón a su mano.

—Mis primeras veces viniendo aquí me sentía un poco reacia puesto a que hay muchos creyentes que excluyen a personas como yo, pero la verdad entre tanta mi-—Me censuró. —Basura creo que hay buenas personas entre todo ello. — Suspiro. —Cuando la paso mal solo busco un lugar tranquilo para poder respirar y olvidar cada momento malo. —

La mujer mayor me sonríe.

—Nunca estarás pérdidas si sigues el camino correcto y amas por igual pase lo que pase. —

Después de aquel intercambio la anciana no se separó de mí mientras se dio la misa, no rezaba ni mucho menos seguía los ritos. Solamente dejaba que mi mente se perdiera entre la tranquilidad que me daba. Era reconfortante.

Al salir tuve que evitar con mucho tacto la invitación a desayunar de la mujer puesto que tenía un compromiso urgente.

Respondió que a la siguiente será.

Al salir miro al ojigris con un cigarrillo a medio fumar al otro lado de la calle de la iglesia, hice un saludo con la mano antes de cruzar y ser recibida por un abrazo.

—¿Cómo te sientes? — Dom pregunta con suavidad.

—Mañana quizás sea mejor. — Asintió soltándome del abrazo.

—Podemos agendar una cita con el Doctor Wayne para mañana si gustas. —

Muerdo mi labio inferior mirando hacia otro lado. —No voy a hacerlo perder el tiempo cada que tengo un ataque por las pesadillas, además de que hoy tengo junta me ayudara. —

Wonderless - Melancolic Rock SC AUWo Geschichten leben. Entdecke jetzt