Capítulo 4. El Oscuro

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Para haber crecido en una familia donde los temas relacionados con la magia no habían sido precisamente un tabú, Ryan no sabía cómo asimilar todo lo que estaba escuchando; un complot de criaturas nocturnas, vampiros dirigidos por una especie de demonio...

     —Esto realmente debe ser una broma orquestada por el peor productor de Hollywood —pensaba.

     Puente de las Rocas a media noche y Gabita les contaba que un vampiro es una de las manifestaciones más macabras de la magia oscura. Se trata de un una persona que vuelve a la vida después de una muerte muy violenta durante un ritual donde es obligada a beber sangre de otro vampiro.

     —Éste, en específico, se trata de uno muy fuerte. Se hace llamar "El Oscuro" y es muy antiguo. Incluso, tiene un aquelarre de brujas que trabaja para él, ayudándolo a crear más seguidores. Se alimenta de sangre joven para reverdecer la vitalidad de su cuerpo, propiedad que lo hace casi inmortal. Su intención es contaminar toda la magia de luz, necesita desaparecerla.

     —Aún sigo sin entender qué ganas con esto —cuestionó Darys—, perteneces al lado oscuro. ¿Acaso no quieres lo mismo que él?

     —Digamos que Ryan ahora pertenece al lado oscuro. ¿Acaso tu hermano quiere lo mismo que él? —Preguntó la bruja mientras saltaba la mirada entre los hermanos— Me parece que no.

     —Gabita, dijiste "necesita desaparecerla" —preguntó Ryan, confundido—, ¿a qué te estabas refiriendo?

     —Al sol —interrumpió Elena—. Los gastados vampiros de los que tanto hemos escuchado y leído, al parecer son más que solo historias y su debilidad sigue siendo la misma.

     —Exacto Elena —confirma Gabita—. El sol en si mismo, compone un núcleo mágico demasiado poderoso que se retroalimenta con la energía de todo lo vivo —prosigue—. Los vampiros no están vivos y no pertenecen a esta tierra, respiran y caminan mediante una fuerza oscura que es vulnerable al sol. Si logran el desbalance adecuado entre la luz y la oscuridad, el sol podría eclipsar por tiempo indefinido y ellos tomarían el control —ligeramente les da la espalda, mientras, su tono de voz se torna tan triste como preocupado—. Si eso sucede, nadie estará a salvo.

     —¿Qué tenemos que hacer? —preguntó Elena sin titubear.

     En los días posteriores, Gabita estuvo explicándoles los detalles acerca de la creación vampírica porque estaba segura que les haría falta entenderla para elaborar "el asesinato perfecto", como si matar a un muerto fuera realmente un crimen. Trajo con ella a un bibliógrafo némaco llamado Ismael que estaba obsesionado con el estudio de la magia y parecía conocer muy bien la parte oscura de ésta. Según sus libros, el inicio del vampirismo está fuertemente asociado a la nigromancia, ya que fue justamente un aquelarre nigrómano quien pretendió invocar una criatura que acabara con la luz. Solo que no existían registros de que lo hubiesen logrado.

     De más está decir que entre una cosa y otra, el curioso Ryan estuvo husmeando en los libros del joven, de donde tomó anotaciones que creía necesarias conservar. Le resultaba espantosamente atractivo todo lo que un nigromante era capaz de hacer. Su alcance iba más allá de la muerte que conocía, incluso, se hablaba de un purgatorio al que iban las almas cuando las personas morían y la conexión que los llevaba a verlos, como aquel muchacho muerto que le había pedido ayuda durante su visión.

     Ismael era el típico nerd universitario con respuestas y explicaciones para casi todo, pero sin abandonar la timidez y el cuidado de las palabras. Solía sentarse en un rincón apartado para no participar mucho de las conversaciones, a menos que fuera necesaria una respuesta, como si fuera una wikipedia humana. Se la pasaba leyendo, anotando y solo levantaba su mirada para observarlo, hasta que Ryan lo percibía, claro; luego devolvía en nervios, sus ojos a los libros. No se podía negar que el chico era apuesto y en cierto modo, su fragilidad e inteligencia le comenzaban a resultar muy atractivas al nigromante. Era una lástima que no representaba un buen partido para él. Entre ellos, Ismael podía correr peligro. Por otro lado, Ryan buscaba fortalecerse, no anotarse una debilidad y eso es lo que, para él, este chico representaba.

El nigromante y el vampiroWhere stories live. Discover now