Cuando pelean por "Celosa"

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Se veía con aires de "Soy esa perra", pero ella no era la perra, era (....) (...), una mujer lo suficientemente tímida para ser incapaz de sostenerle la mirada a una persona intimidante como Levi o el mismísimo Eren, (...) la chica incapaz de sostener una discusión sin antes romper a llorar y sí, tampoco hablaba mucho pero era por la misma timidez que la caracterizaba aunque cuando entraba en confianza ya era otra cosa.

Intentó correr en aquel parque con celosa. Celosa era pequeña como un ratón, de color oscuro como la noche y juguetona, amaba burlarse de (...). Esa tarde a las 6:24 cuando estaban corriendo celosa se burló de ella, perezosa no quiso correr y (...) no tuvo más remedio que llevarla en sus manos. Caminó con ella hasta que finalmente decidió soltarla del collar para ver si celosa quería caminar ¿Y qué hizo? Se fue corriendo perdiéndose de vista.

—¡Oiga! ¡Disculpe señor! ¿Ha visto una perrita pequeña? Es chihuahua de color negro y se soltó del collar, salió corriendo en esta dirección.

—¡Oh! Sí, recién acabo de verla, un hombre se la llevaba en brazos.

—¡¿Qué?!

—Sí, se fue por allá —señala.

Estaba tan nerviosa y apurada que hasta se le olvidó agradecerle al hombre cosa que se percató ya muy tarde cuando iba en camino a buscar a celosa. Corría, corría hasta que se aproximaba a la espalda de aquel hombre.

—¡Oiga! Espere ¡Espere! Esa perrita es mía.

Y se dio la vuelta.

—E-Eren...

—Cuanto tiempo (...)...

El tiempo se detuvo ahí mismo, la brisa le movía el cabello llevándoselo a la boca. Sus piernas le temblaron.
Eren la miró sin pestañear, consciente de lo incapaz que se veía la mujer ante su presencia mientras tanto él acariciaba a la chihuahueña en sus brazos.

—Vi un hombre vendiendo agua de coco, ¿Quieres?

—Y-yo...etto..

—Vamos.

Le dio la vuelta y se puso a caminar. (...) lo siguió dudosa y nerviosa. Hace mucho que las cosas no se salían de control, hace mucho que ella no sabía que esperar, normalmente sus días eran constantes, sabía que iba a pasar después pero ése era Eren, el Eren que nunca se sabe qué esperar.

Llegaron hasta el lugar, Eren pidió dos cocos aún sosteniendo a la perrita en sus brazos la cual estaba más feliz que nunca.

—Te fuiste...y ni siquiera me dijiste adiós...(...).

—Yo...pensé que querías que me fuera...me lo dijiste.

—¿Ah? ¿En serio?—Se rasca un poco la barbilla—Ya veo...no pensaba claramente supongo.

Eren y (...) eran la pareja más interesante y extraña a la vez. Juntos unidos construyendo su propio infierno, infierno del que (...) se dio cuenta no podía manejar. Por mucho tiempo pensó que las diferencias entre ambos eran complementarias y los volvían ideales el uno con el otro, después recordaba el filósofo Lucrecio en su poema "De Rerum  Natura" donde dice que no existe el amor ideal, según Lucrecio el amor no era una historia hermosa entre almas gemelas destinadas a estar juntas y añadía que si la satisfacción de tus deseos te provoca angustia entonces es mejor que renuncias a enamorarte. Y así fue como (...) empezó a renunciar a él, incluso hasta se lo dijo pero Eren pensando que su posesiva chica sólo quería chantajearlo la exhortó con más fuerza a abandonarlo. Un día Eren se fue al trabajo luego de discutir con ella y al regresar (...) no estaba, también se había llevado el tesoro más Preciado para ambos a celosa.

—¿Viniste a llevártela?

—Vine a llevarme a ambas.

—No soy una perra chihuahueña. Y no estoy segura de querer cambiar esta paz.

—¿Te acuerdas cuando te revisé en el baño de la casa de Jean?—Dice cambiando el tema.

—Ah...sí. Tú creías que era un transexual.

—Todos lo creían. Las chicas decían que jamás te desvestías en frente de ellas. Llevábamos mucho tiempo de novios y jamás me dejaste tocarte.

—Pero  era porque tenía miedo. Era Virgen y no estaba segura de acostarme contigo.

El hombre de los cocos fingiendo no escuchar le pasó los cocos y cobró el dinero. Eren continuó:

—Entonces yo me dejé llevar de las burlas de Jean. Te llevé al baño y quise corroborar—Dice sonriendo.

—Y yo...me puse nerviosa, te dije que si así fuera que pasaría y me dijiste que no aguantabas las mentiras.

—Cierto...no puedes obligar a un homosexual a volverse heterosexual pero tampoco puedes querer que un heterosexual se vuelva homosexual. Lo que digo es que

—Te entiendo—Interrumpe—Eso mismo me dijiste y después me manoseaste.

—Tú me diste permiso.

—Estaba algo agobiada...cuando tocaste mi entrepierna yo...me volví débil. Tú te percataste...me besaste y me follaste de la forma más brutal para una primera vez.

—No era como lo esperabas—Dice bajando la cabeza con nostalgia.

—En realidad fue Perfecto.

—¿Entonces?

—¿Entonces qué?

—¿Volverás a casa?

—Eren—Suspira—Ya no quiero más de lo mismo, te conozco demasiado como para saber que terminarás dejándome con el corazón más roto de lo que está.

—...

—Creo que así estamos bien.

Eren la miró de arriba hacia abajo, cambió su mirada a una un poco más seria para después hablarle:

—Muy bien, si así lo quieres...en ese caso me llevo a Celosa.

—No puedes.

—¿Por qué?...es mía.

—No, no lo es.

Eren le sonrió con malicia, se dio la vuelta con Celosa en brazos rumbo a marcharse, (...) desesperada le corrió detrás, justo cuando estaba a punto de alcanzarlo Eren se dio la vuelta atrapándola con su boca ante la mirada atenta de los atletas que los miraban silbándoles con diversión.

Escenarios 2 (Eren Jaeger X Lectora)Where stories live. Discover now