Escenarios 2 (Eren Jaeger X Lectora)

Cuando te prostituyes el corazón (+18)

Érase una vez una prostituta que se enamoró de su cliente, un hombre apuesto que la trataba como una dama y ella se lo follaba como a una bestia. Juntos desencadenaban el fuego más ardiente del infierno cuando cogían y cuando se venían él le besaba la piel llevándola al cielo en una nube de amor para luego desaparecer tras unas cuantas monedas.
Sus despedidas no eran eternas, él volvía unos tantos clientes después para amarla y follarla hasta otra próxima ocasión.

Eren le dio duro por el culo teniéndola en cuatro y ella gemía sin limitarse en el cuarto aquel. Él sabía que cuando gritaba lo hacía porque sus embestidas le daban placer verdadero y cuando le pedía más era porque la follada empezaba a ponerse deliciosa.

Unas cuantas embestidas después Eren la cambio de posición, le metió los juguetes que podían caberle mientras la obligaba a chuparle la polla hasta venirse en su cara.

Un polvo después Eren se vestía para irse. (...) desde su cama lo observaba.

—Estabas algo callado hoy, ¿Pasa algo?

—Puede que sea la última vez que nos veamos—Dice poniéndose la correa.

—¿Y eso por qué?

—Porque me voy a casar.

—No importa, aún así puedes...

—(...)...

Eren se le acercó sentándose en la cama, tomó el rostro de la mujer en sus manos y juntando su frente con la de ella al tiempo que le daba la mirada más dulce y ardiente de la vida dijo casi en susurros:—Gracias por todo.

Su despedida le dolió y no porque había perdido al cliente que mejor pagaba por ella ni el que mejor se la follaba, le dolía porque quizás era el único hombre que había amado en su vida con semejante intensidad.

—¿Otra vez llorando?—Se le acercó su amiga Pieck—¿Cuántas veces te lo tengo que decir? Nosotras las putas no podemos enamorarnos.

—Lo sé...

—Ven—Le ofrece la mano—Hay un cliente afuera que quiere conocerte.

—¿Quién es?

—Erwin Smith, es un general importante. Ve y fóllatelo duro y estrújate ese amor.

—Gracias, Pieck.

Erwin Smith parecía serio pero a puertas cerradas se la metía sin piedad. Su polla enorme entraba con dificultad pero (...) lo disfrutaba como loca.

—¿Por qué estás aquí?

—Vaya...¿Usted también? ¿ No puede únicamente dedicarse a follarme y ya?

—Lo lamento, no fue mi intención molestarte.

—No, no es eso. Es la costumbre pero—Decía mientras se vestía— En forma resumida fui follada desde que tengo uso de razón por mi padre y mi tío y también algunos primos. Luego conocí un bastardo que si bien no me follaba porque tenía la creencia de que en mi existía una virginidad pura y me tenía respeto, el desgraciado que no me folló un día me durmió en su casa y cuando desperté estaba en otro país sola con gente que hablaba otro idioma apuntándome con un arma en la cabeza mientras otra mujer me explicaba que desde ahora en adelante esta sería mi única profesión y de por vida.

—Ya veo...

(...) estaba rota, un alma rota no se quiebra dos veces.

Desde esa vez entre sus clientes, Erwin Smith se convirtió en su favorito y Eren jamás volvió a aquel lugar,

Un día, porque las cosas más raras suceden un día y aquel día el reloj justo marcaba 11:11 cuando Erwin sin previo aviso apareció en aquel lugar, compró su libertad y (...) no supo qué hacer con ella.

Con muchos giros y folladas terminó casándose discretamente con Erwin Smith volviéndose ahora una dama y señora respetable que si bien tenía un pasado oscuro, la luz que emanaba cuando estaba con él iluminaba hasta la cueva más profunda.

Dos cosas eran ciertas según (...): 1- Aquel que la trató como a una dama la dejó como una puta y aquel otro que se la folló como una puta resultó ser el caballero que la convirtió en su dama.

—¿Estás listas?

—Sí, estoy algo nerviosa pero estoy lista.

—Está bien—Erwin besó su mejilla—Estoy contigo.

El evento que se organizaría en la casa de los Smith era a lo grande. Muchos llegaban y saludaban a Erwin para después preguntarle por la dama de al lado, porque así se veía, como una dama.

—Erwin, (...)...

—Levi, gracias por venir.

Levi:—No podía faltar ¿ O sí?

De los pocos que conocían su pasado y la trataban como si fuera un ser humano estaba Levi y por supuesto Hange.

Hange:—Estás hermosa (...), definitivamente Erwin no te merece.

(...):—Gracias Hange, pero creo que nos merecemos mutuamente.

Levi:—Estoy de acuerdo.

Y como una mujer que sufre no puede ser feliz por siempre, ahí apareció Eren Jaeger acompañado del brazo de su flamante esposa quien irradiaba elegancia. Cuando sus miradas se cruzaron (...) trató de ignorarlo pero Eren la miraba como si estuviese viendo al mismo diablo frente a él.

(...):—Discúlpenme un segundo, iré al baño.

Erwin:—No te tardes, la subasta está a punto de empezar.

(...):—De acuerdo.

En el baño alguien la seguía, la dejó entrar y entró después de ella cerrando la puerta con seguro.

—Así que...te casaste.

—Me casé.

—Fue inesperado verte...

—Supongo...no es normal ver a la puta que te follabas a tu mismo "nivel".

—Jamás pensé así de ti.

—Supongo que no pero igual me cogías, me pagabas y te marchabas.

—Deja de hablar así.

—Lo siento...

—¿Te enamoraste?

—Muchas veces...más que el cuerpo me prostituí el corazón por las veces en que me enamoré y digo las veces porque no fuiste el primero ¿Sabes? Me enamoré una y otra vez de algún cliente soñando que haría lo que hizo el rubio de ojos azules del cual pensé que sólo me...

—Basta.

—...

Eren se acercó hacia ella por detrás y la abrazó con fuerza.

—Que seas feliz (...), tú entre todo la gente de este mundo asqueroso mereces ser feliz.

Eren la soltó para después marcharse y al salir del baño ella no lo volvió a ver en aquella subasta, ni a él ni a su esposa ni a sus besos.

—¿Qué pasa? Te noto algo distraída incluso desde antes de que acabara la subasta—Dice desvistiéndose mientras se subía a la cama.

—No me prestes atención Erwin—Le decía— a veces los corazones se quiebran más de la cuenta. ¿Vamos?—Lo tomó de la mano apretándola con fuerza— La luna ahí afuera está esperando por escucharme decir tu nombre.

Erwin le dio una sonrisa y recostándose a su lado le susurró:—Pues que la luna se quede esperando, esta noche sólo voy a besarte y abrazarte, así hasta que desaparezca por completo.

—Erwin...

—¿Sí?

—Gracias...