Confesiones de personajes

De las obras "Alianza de Sangre" y "La noche oscura"

Obras: Alianza de Sangre y La noche oscura

Escrita por: sakurasumereiro

noranemhed se pone un poco nerviosa, incluso puede que se le escape una risa tonta... Y es que ¡Ryu es el vampiro más sexy de toda la plataforma! Es difícil no ruborizarse en su presencia. Aun así, la muchacha —que ya quisiera ser muchacha, pero no se lo cree ni ella— se arma de valor y clava los ojos grises en sus preciosos ojos violeta. 

 —Puede que tengas muchas virtudes, pero tanto Karan como Amaya se rindieron a tus encantos bailando contigo... ¿Quieres bailar conm...? Ay, no, perdón. La pregunta es, ¿dónde aprendiste a bailar? 

 »Por otro lado, eres un ser muy sensible, algo curioso teniendo en cuenta que te alimentas de sangre. ¿A veces desearías no ser un vampiro?

Ryu amablemente accedió a la entrevista de la señorita Nora. (Aunque me parece que estaba encantado, ya sabes que le fascina ser el centro de atención.)Un mismo vampiro ubicado en épocas y circunstancias diferentes. Para contestar a la pregunta de un Ryu más moderno es quien acude a la cita. El ser de pálida piel y largo cabello negro sujeto en una cola alta toma asiento y posa en la suculenta lectora su mirada violeta. Sonríe y deja al descubierto los colmillos. 

—Mi querida Nora, tan radiante y apetecible como siempre. Para contestar tu pregunta de quién me enseñó a bailar, debo remontarme unos seiscientos años al pasado. En aquel entonces Europa era azotada por un enjambre de vampiros que se ocultaban bajo el engaño de "la peste negra". En Aras de acabar con el flagelo viajé a Valaquia en busca del único ser que podría ayudarme.  

»Recorrí frías y lúgubres aldeas azotadas por la guerra entre unos otomanos y húngaros que se disputaban el principado de Valaquia. Sus campesinos intentaban sobrevivir al hambre y la miseria, pero también a otra cosa, al Strigoi. Y era a ese justamente a quien yo buscaba. 

»Al pie de los Cárpatos, en el monasterio de Cozia lo hallé. Curioso ¿verdad? El demonio se ocultaba entre frescos de santos. 

»Vlad no era más que un despojo, del feroz héroe no quedaba mucho. —Un suspiro escapa de los labios delgados, su mirada se pierde entre las brumas de un pasado desconocido, pero se recompone casi de inmediato y vuelve los ojos brillantes a su linda admiradora—. No hice más que escuchar su historia y admirarlo profundamente. Digamos que ambos nos ayudamos, yo palié su soledad y él me dio todo cuanto sé. El príncipe valaco me enseñó modales, ¿sabes? También a luchar, a pensar, a no rendirme nunca. Con él aprendí a usar la cimitarra. Antes de él yo solo era un pobre campesino ignorante. —De pronto Ryu suelta una suave carcajada—. ¿Quién diría que me convertiría en lo soy ahora? ¡Oh! Pero creo que he divagado mucho aburriéndote con las anécdotas de un viejo. Vlad Tepes, mi querida Nora, entre otras cosas, fue quién me enseñó a bailar. 

El vampiro enarbola una sonrisa seductora y se acerca, confidente, a la joven de cabello rizado que le mira fascinada, luego con voz risueña agrega: 

—Por supuesto que no lo imagino bailando los ritmos actuales, que yo sepa hacerlo es producto de mi adorada hermana, ella es un poco hedonista, ¿sabes? A veces no me queda ninguna otra opción que acompañarla de juerga. 

 Otra risa como quien rememora secretos llena la salita donde se lleva a cabo la entrevista. Ryu se acomoda en el asiento forrado en piel antes de contestar la siguiente pregunta. 

—Con respecto a si a veces deseo no ser un vampiro, debo decirte que existen esos momentos —El ser inmortal entorna los ojos amatistas y una sonrisa pícara curva solo la comisura izquierda— ¿Adivinas cuándo? Cuando anhelo ver la luz del sol iluminar el cielo azul. Pero he decidido solucionar este inconveniente buscando un sustituto que pueda ver y admirar todos los días. 

El vampiro ríe divertido y un brillo maligno ilumina sus ojos .

 —Espero, señorita, que haya quedado satisfecha con las respuestas. Hasta una próxima oportunidad.

De parte del staff de Retro Wattpad les damos las gracias por esta entrevista, mientras tratamos de reanimar a la becaria Lío, que parece haberse desmayado de la emoción.