🕧CAPÍTULO CINCO🕧

1.4K 469 128
                                    

Elena es muy amable en todo momento, desde que nos empezó a dar un recorrido por todo el lugar. Ahora estamos justo delante de una habitación, solo la puedo ver desde aquí afuera y no de adentro, por alguna razón no nos ha dejado entrar.

—Bien tengo algo que avisarles, algo importante—nos dice Elena.

Peter y yo compartimos una mirada de confusión pero asentimos para que continúe hablando.

Ella se aclara la garganta y firmemente lo suelta. —Las habitaciones están ocupadas, no esperábamos a nadie más por lo que no teníamos apartadas, y aunque no es adecuado no tenemos otra opción más que ambos compartan una sola.

—¿ella y yo?—repite Peter como si lo estuviera analizando.

y yo soy un caos, todo dentro de mi grita "¡¡ESTA ES TU OPORTUNIDAD!!" pero otra parte de mi me dice "Él NO RECUERDA NADA, PARA EL SOLO ERES UNA MÁS SE SUS ADMIRADORAS".

La voz de Elena me trae nuevamente a la realidad donde Peter me mira con el ceño fruncido. —Bien entonces compartirán habitación, hay una cama y un sofá dentro.

Elena nos da la bienvenida nuevamente y nos dice que nos instalemos en la habitación ya que en unas horas más una profesora nos pasaría a buscar.

—¿Entramos? —me pregunta Peter.

—Pues creo que no hay de otra —digo lo obvio.

En cuanto estamos dentro puedo ver lo espaciosa que es, tiene un baño, una cama no demasiado grande pero tampoco demasiado pequeña, y como Elena dijo tiene un sofá, donde seguramente tendré que dormir.

—¿Tienes hambre?.—la voz de Peter me hace girar para encontrarme con esos ojos verdes tan profundos como un bosque.

Asiento con la cabeza.

—¿Te parece si voy por algo de comer?.

—¿Eso se puede?.

—No, pero no nos podemos morir de hambre hasta que alguien venga a ofrecernos comida o ¿si?.

Le doy la razón y mientras sale a comprar comida sepa hasta dónde, me di una ducha rápida.

Un poco más tarde Peter entró con una sonrisa de oreja a oreja—¿Te gustan las papitas fritas?.

Me da la impresión de que tiene los labios un poco rojos, pero dejo de concentrarme en eso porque realmente tengo hambre y
respondo —Las amo —tomo la bolsa en las que las trae y busco un plato donde vaciarlas y si se preguntan de dónde saque platos Karen metió todo en mi maleta, literalmente me enlisto para una guerra —¿Donde las comprastes? —pregunté a Peter mientras le echaba un poco de kétchup a mis papas.

No era lo más sano pero ayudaba a disminuir el hambre.

—Creo que es mejor no entrar en detalles, solo hay que disfrutar
esto —Responde.

Es difícil entenderlo avecez.

Lo observo de reojo y me doy cuenta que esta comiéndose sus papitas y ¡sin kétchup! —¿por qué no le echas kétchup? —pregunto.

—No me gustan así.

Cuando era mi novio las comía con kétchup no entiendo porque no lo hace ahora, quizás y si cambió debido a que regresé en el tiempo.

—¿por qué?, digo le da un sabor mucho mejor.

—En realidad no me gusta y ya, no hay historia, ¿eso es un
pecado? —sonríe.

—Bien no lo es —hago una
mueca. —Solo que es la primera vez que conozco a alguien que no coma sus papitas así.

—Siempre hay una persona distinta ¿no? —Comenta divertido —y yo soy sumamente especial —comienza a alardear, volteo los ojos.

En tan solo un mes [Finalizada Sin Corregir] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora