🕧CAPÍTULO VEINTE🕧

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Desde que escuché a aquella mujer llamar hijo a Peter me imaginé un escenario perfecto, donde yo estaba en una cena con ambos mientras decía "rica sopa suegrita", como sherk cuando cenó con sus suegros.

Pero mis ilusiones murieron cuando Peter comienza a hablar.

—Sabes que tú no puedes llamarme
así. —suelta con un odio notable porque su espalda sigue más tensa que nunca. Miro por un lado y la señora se ve pálida y con ganas de llorar.

Siento lástima por ella de inmediato , y miles de preguntas me invade. ¿Por qué le hablaba así a la mujer que lo trajo al mundo?, ¿por qué había tanto odio?, ¿por qué no hablaba de ella nunca?.

—Peter, yo solo quería verte. Hace años que no se nada de ti, te extraño cielo...—Peter la interrumpe de una manera totalmente brusca.

—Cállate por favor, ¿sabes por qué en todos estos años no has sabido nada de mi?—pregunta con rabia.—Porque yo así lo quise, porque me he asegurado de mantenerte lejos de mi y mi vida. ¿Acaso no me has dañado lo suficiente?, ¿es que aún quieres joderme más?. —Su voz se quiebra al pronunciar lo último y desde aquí atrás veo el ligero temblor en sus manos. La señora por su lado comienza a llorar mientras susurra muchas disculpas, intenta acercarse a Peter nuevamente pero tal y como la primera vez este se aleja de ella.

Para mi mala suerte Daniel aparece a mis espaldas, empiezo a pensar en la manera de decirle que este no es buen momento para hablar pero justo cuando me gieo a mirarlo, Peter y su madre hacen lo mismo. Daniel se paraliza de inmediato y no se acerca más a mi.

Vuelvo a girar hacia Peter cuando escucho su risa, en cuanto veo aquella sonrisa en sus labios me doy cuenta que es una totalmente falsa y cargada
de ira.—Que coincidencia, todos estamos reunidos como en los viejos tiempos.—suelta mientras su sonrisa se esfuma.

Mientras sigo confundida más Peter se acerca a mí y toma mi mano. Está tenso y sus manos siguen temblorosas aunque aparentemente trata de controlarse, cuando toma mi mano dirige nuevamente su mirada hacia su madre. —Solo quiero decirte, que no olvido, jamás lo haré y que no te quiero ver nunca más. Te lo dije antes y te lo diré otra vez, mantente alejada de mi, y ahora de Isabell, porque si te acercas te juro que olvidaré que me trajiste al mundo.— finaliza sin dejarla hablar, la mujer solo derrama lágrimas y Daniel en alguna parte de la conversación se había ido.

Peter pasa a un lado de su madre y me lleva con él aún tomando mi mano. Cada paso que da es más rápido y siento como sus manos comienzan a apretar las mías, el dolor comienza a aparecer de manera inevitable.

—Peter.—Me quejo pero parece estar caminando mas no oyendo.—Peter, me estás lastimando.—-Repito y esta vez se detuvo enseguida. Suelta mi mano como volviendo en sí, se gira y sus ojos conectan con los míos, ya no luce molesto. En su mirada solo veo miedo y el sudor bajando de su frente solo lo confirma.

—Isa perdoname. —su voz sale débil.—¿Crees que soy una mala persona?.

—Claro que no, no lo eres Peter. —Respondo segura.

—¿Aún cuando me vistes hablándole de esa manera a la mujer que me dio la vida?.

—No soy nadie para juzgarte Peter, sé que tienes tus razones, sin embargo me preocupo por ti. No se realmente por qué no se han visto desde hace años o por qué su relación está así, pero guardar odio en tu corazón te daña más a ti que a los demás. Y no estás solo, no te voy a exigir que me cuentes el porqué de todo, pero si te voy a pedir que confíes en mi y me dejes apoyarte o darte mi mano cuando la necesites.

—¿Cómo puedes ser tan buena conmigo y ofrecerme tu mano la cual casi lastimé?.

—Te lo dije Peter, no te dejaré solo, y deshacerte de mi es imposible.

En tan solo un mes [Finalizada Sin Corregir] Onde histórias criam vida. Descubra agora