🕧CAPÍTULO DIECINUEVE🕧

1.1K 295 61
                                    

PETER

Tengo hambre. Por favor déjame salir, me portaré bien lo prometo —clamé mientras mientras empujaba la puerta pero era inútil, un niño de nueve años, delgado y sin fuerza intentado derribar una enorme puerta era imposible.

De repente un frío atravesó cada parte de mi cuerpo al sentir algo caminando por mi cabello. Con mis manos temblorosas y lleno de miedo lo toqué, al primer toque sentí una cosa llena de pelo, algo que jamás había tocado, con mi corazón latiendo demasiado rápido me dispuse a quitarlo. Un grito desgarrador salió de mi boca al ver el enorme gusano verde lleno de pelos, que antes había estado en mi cabello

Ese grito había servido de algo, porque aquella puerta que me tenía encerrado se abrió, dejándome ver aquella silueta que se acercó a mí al ver mi estado.

Ya pasó, todo estará bien, ¿sabes porque?.

No, no me digas por favor.—supliqué mientras mis ojos se empañanaban por las lágrimas. Tenía miedo de que dijera esas palabras falsas y no podía hacer nada más que mirar mi cuerpo temblar.

Mis súplicas no sirvieron de nada porque se inclinó a mi altura y en un susurro soltó. —Porque te amo. —Cuándo comenzé a mover mi cabeza en negación y cubrí mis oídos para no continuar escuchándola logré que dijera que jamás me pasaría nada malo porque me amaba. Se acercó más a mí lista para besar mi mejilla. Solo pude cerrar mis ojos y pensar que esto algún día terminaría.

—No.—Suelto casi gritando. Me levanto con esa sensación de estar a punto de ahogarme y cada parte de mi cuerpo se estremece al recordar las imágenes en mi sueño.

Aún con esa sensación alzo mi mirada solo para encontrar a Isa de pie solo a unos pasos de la cama dónde aún seguía sentado. Las cejas de Isa están arrugadas en una señal clara de preocupación. Se acerca aún más hasta sentarse en el borde de la cama.

—Estoy bien, solo tuve un mal sueño.—Intento tranquilizarla.

—Estaba preparando el desayuno, y venía a despertarte pero entonces te encontré moviendo tu cabeza en negación.— Isa acaricia mi cabello y me permito cerrar mis ojos sintiendo como el malestar en mi cuerpo se va desvaneciendo como cenizas.

Le digo que ahora estoy bien e intento cambiar de tema. Reclamando por el hecho de que hizo el desayuno ella sola. Isa se encoge de hombros y deja de acariciar mi cabello, dejándome con la sensación de estar perdiendo la paz.

—Me dejaste quedarme a dormir en tu casa, es lo menos que puedo
hacer.—Se excusa poniéndose de pie y tomando mis manos con la intención de levantarme. Logra sacarme una sonrisa perversa al ver que no podrá con mi peso. Mis ojos se paseas desde nuestra manos unidas hasta sus labios y luego sus ojos, me detengo justo ahí y todo en mi interior parece que comienza a cosquillear.

<<Que belleza>>

Digo en mi interior pero de inmediato mis mismos pensamientos vuelven a atacarme recordandome el sueño que tuve y la razón por la que jamás podré conseguir amarla.

Digo en mi intenterior, demostrándome a mi mismo que realmente me gustaba. Lo había admitido ayer, luego de pasar días sin poder dormir, pensando en lo que me estaba pasando cuando estaba con ella. Hasta que finalmente logré entender que me gustaba, Isabell me gusta.

Pero mientras meditaba en eso mis pensamientos me atacaron nuevamente recordándome mi sueño, siendo este el recuerdo y la verdadera  razón por la que nunca podría amar.

<<Recuerda las únicas 3 reglas en nuestra vida. Ya haz roto una, no rompas las demás>>

Borro esa advertencia de mi cabeza porque ahora mismo solo quiero disfrutar de la chica delante de mi, quiero ser como cualquier chico con la chica que le gusta y no tener miedo.

En tan solo un mes [Finalizada Sin Corregir] Where stories live. Discover now