Walls ll Joerick

Capítulo 1

Erick

El viaje no ha sido largo, a penas dos horas y media hasta el aeropuerto de Miami pero la resaca por la fiesta de anoche, me come el cerebro y me hace cerrar los ojos con fuerza cuando "La Ciudad del Sol" se postra ante mí con todo ese brillo y calor que la caracteriza. Reconozco que es muy hermosa, la vista de los edificios forrados en cristal, dando la cara a la bahía, imponentes y lujosos, es realmente impresionante pero habría preferido viajar de noche, es mucho más bella bajo el manto oscuro del cielo estrellado, hace que las luces de colores de las altas y pobladas torres de apartamentos, sea mínimo sublime porque si algo he aprendido, es a apreciar la belleza en cualquier sentido que se presente. Miami es preciosa pero tengo un puto dolor de cabeza que me hace odiarla justo ahora.

-¡Er! ¡Mi bebé hermoso! -La voz de pito de mi madre, llega a taladrarme el cerebro cuando me ve salir con mis maletas y tres personas que me ayudan porque, vamos, no podía dejar en New York ni una sola pieza de ropa. De todos modos sonrío al verla, la he extrañado a pesar de que hace solo quince días estuvo en mi apartamento con mi padrastro.

-Hola mamá. Hola Rob. ¿Cómo están? -Abrazo primero al esposo de mi mamá porque se que en cuanto ella me tenga, no va a soltarme.

-Bienvenido Erick. -Él sonríe cálidamente y entonces es el turno de mi progenitora para apachurrar mi cuerpo sin piedad.

-Mi pequeño príncipe. Te he hechado tanto de menos, no sabes lo feliz que estoy de poder tenerte acá. Mi bello bebé, te amo tanto. -En otro momento, le devolvería el abrazo con la misma fuerza, amo a mi madre más que a nada pero realmente creo que voy a morir si no se me pasa este dolor de cabeza, anoche no fue una fiesta precisamente sana y varias partes de mi cuerpo hoy sufren las consecuencias de haber sido follado por un desconocido con una buena polla.

-Ya estoy acá, yo también me alegro mucho de venir.

Es cierto, me encanta New York pero ya me he acostado con tantos tipos que la ciudad ha perdido el encanto, además, mi ex, que aún no supera que mi trasero no era solamente para él, se volvió bastante intenso el último mes, no quiero recordarlo porque hay detalles que aún me causan escalofríos pero mi interior realmente agradece que Rob y mamá me hayan propuesto vivir con ellos porque no se como iba a terminar yo si seguía por el rumbo que iba aunque...¿A quién quiero engañar? En esta nueva ciudad, voy a tener demasiados penes para escoger y estar libre del idiota de Marcos y su acoso, es todo lo que necesito para disfrutar de los placeres que me brinda la vida.

-Va a encantarte, se que has venido antes pero no el tiempo suficiente. Es una ciudad hermosa, cálida, llena de cultura diversa. ¡Oh mi pequeño! Estoy muy feliz de tenerte conmigo.

-También yo mamá.

-Bueno...supongo que estás agotado del viaje. ¿Quieres pasar a desayunar o vamos directo a casa? -Es Rob quien me salva de los brazos sobreprotectores de mi madre y agradezco con una sonrisa.

-Creo que a casa, puedo desayunar allí y la verdad es que necesito una siesta.

-Así será, Joel debe estar despertando ahora, le dejaré un mensaje para que esté listo cuando lleguemos para desayunar juntos.

Acto seguido se voltea para pedirle a los señores que cargan mis maletas que las envíen a la dirección en la que viviré desde hoy, mamá sonríe emocionada y yo siento una punzada incómoda al recordar que tengo un "hermanastro", no quiero ni pensar en la clase de idiota mimado que debe ser ese tipejo pero por el nivel económico de su padre, puedo casi asegurar que es un pijo malcriado, egocéntrico y bueno para nada que solo usa las tarjetas millonarias de su progenitor para vivir una vida de sexo, drogas y alcohol. Suena bastante hipócrita de mi parte pensar así ya que soy precisamente eso pero al menos estudio una carrera que me gusta y gano mi propio dinero diseñando decoraciones de interiores para eventos.