Capítulo. 40 Final

725 41 18
                                    


Joel

-¿Mejor?

-Si...ya...solo...lo siento pero es que las mañanas son terribles.

-No lo sientas, está bien, mi amor, es normal. -Lo ayudé a levantarse del suelo y esperé que cepillara sus dientes, se había levantado casi corriendo de la cama debido a las náuseas y yo me asusté hasta que entendí lo que pasaba.

-Es asqueroso. -Hizo un gesto gracioso con su nariz y me dió mucha ternura, me parecía tan irreal estar así con él.

-Bueno, si pero es por el bebé, así que va a valer la pena. -Dije mientras lo atraía a mi cuerpo para rodear su cintura, sabía que ya estábamos juntos de nuevo pero era nuestro primero amanecer desde que la noche anterior decidimos arreglar las cosas.

-Eso dices porque no lo cargas tú, a veces realmente es molesto.

-No digas eso, no soy pasivo baby, eso te toca a tí.

-¡Joel!

Después de eso me gané un golpe en el hombro y se escurrió de mis brazos protestando cosas que me causaban risa, a pesar de todo, realmente me sentía bien hoy, por primera vez en muchos meses había dormido como corresponde, había descansado, había sostenido entre mis brazos a la persona que más amaba y por primera vez...pude acariciar el lugar sagrado en el que dormía mi bebé. Así que no me importaba un golpe o miles, merecía más castigo que eso pero estaba agradecido con ese ser que ahora estaba en la cama mirándome con ganas de querer matarme pero con un brillo en sus ojos que no estaba ahí hasta ayer.

-Mi amor... -Susurré mientras ocupaba el espacio a su lado, lo permitió, permitió que lo acomodara en mi pecho para volver a dormir, a fin de cuentas era muy temprano aún.

-Eres un brocolito malo, no puedes decir esas cosas.

-Pero es verdad, bebé.

-Yo se...pero no lo digas así. ¿Te imaginas que nuestos padres se enteren?

-Erick...nuestros padres saben perfectamente quien es el pasivo aquí. No soy yo quien lleva una panza de cinco meses.

-¡Joel! -Y nuevamente era golpeado por sus pequeñas manitos pero esta vez ambos reimos, reimos de verdad, como hacía tanto que no hacíamos y eso, sin duda alguna... hacía a mi alma renacer.

-¿Sabes que te amo mucho? -Susurré cuando la risa pasó, necesitaba decirle en voz alta lo que ambos sabíamos.

-Lo sé, brocolito, yo también te amo mucho.

Y mi corazón se aceleró tanto que temí realmente que me diera un infarto. Lo abracé con fuerza y se sostuvo de mis hombros como si necesitara ese abrazo tanto como yo, como si estuviéramos sintiendo lo mismo justo ahora y tal vez era así, tal vez realmente eso de que las almas gemelas existían y que podían enlazarse, era cierto o tal vez solo era yo que ansiaba saber que él me necesitaba tanto como yo.

-¿Te parece si bajamos a desayunar o prefieres que lo hagamos acá? -Era temprano aún pero quería que se alimentara correctamente, más cuando había vomitado hace poco.

-Mmmm...no lo se, Joey, si tengo hambre pero me da pena que...

-Está bien, entiendo, es pronto para tí y no quieres que aún nos vean juntos.

-No...no es eso, no es eso, amor. -Se acomodó sobre mí y con sus pequeñas manitos acunó mi rostro, tal vez pensó que me había molestado.

-No pasa nada, Er, no estoy enojado.

-Pero crees que no quiero que nos vean.

-No es eso, se que puedes sentirlo como algo presipitado y es normal.

Walls ll JoerickTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang