Es lo último que dice el profesor y todos salimos en estampida de la sala de clases, es viernes y ha sido un día muy largo y lleno de materias que son de las más complicadas, es hora de dejar atrás los libros y bocetos para disfrutar de un fin de semana que promete ser inolvidable. Hoy Joel y yo cumplimos seis meses de novios y tengo que admitir que no podría estar más feliz ni aunque quisiera, Joel ha sido mucho más de lo que esperaba y realmente tengo que decir que está muy por encima de mis expectativas con él porque ese brócoli enojón y celoso, día a día vive para que yo sonría.
-Hola Erick. -Una voz conocida pero no agradable para mí, interrumpe mi caminar hacia la salida, Joel me está esperando en el estacionamiento y no quiero llegar tarde.
-Hola Jack. -Saludo solo por cortesía pero no detengo mis pasos, quiero que note que quiero irme aunque al parecer no lo capta.
-Me preguntaba si estabas libre, me gustaría invitarte a un café. -Trato de ocultar la mueca de desagrado que quiero hacer porque me cansa que sea siempre igual, cada día intenta lo mismo y no me gusta.
-Lo siento, estoy apurado, me están esperando. -Él no parece entender y lo veo tratando de tomar mi mano para detenerme, no quiero que lo haga, no me gusta que intente algo que claramente no va a pasar.
-¿Por qué siempre te niegas? ¿Te crees acaso superior y por eso desechas cada invitación? -Su voz ya no es amable, al contrario, se escucha molesta y tosca, tengo el presentimiento de que esto no va a terminar bien.
-Me niego porque no quiero ir, no tiene nada que ver con creerme o no algo, tiene que ver con que tengo novio y no voy a salir con nadie más. -También ocupo un tono molesto, que sea buena persona y viva feliz desde que estoy con Joel, no significa que se me ha olvidado actuar como idiota cuando hace falta.
-Claro...la típica excusa de los niñitos ricos que no se juntan con el resto. Eres la misma clase de zorra que las demás, solo que con dinero.
-Si eso es lo que piensas, pues es tu problema, quise ser amable porque no me gusta tratar mal a las personas por gusto pero si así lo quieres, entonces aquí tienes. No me gustas, no eres mi tipo y definitivamente nunca saldría con alguien como tú, no por el dinero que tenga o no sino por tener una mente tan idiota y ofender a los demás cuando te niegan algo. Tengo novio, vivo con él y no me da la gana de salir con ningún tipo que crea que siendo amable se va a meter en mis pantalones, gracias pero ya tengo quien lo haga. -Le respondo molesto, incómodo y alzando un poco la voz mientras sigo mi camino para ir con Joel sin embargo todo pasa muy rápido. -¿Qué... qué haces idiota?
-¿Así que esta es tu verdadera forma, eh? Eres solo una zorra que le gusta que lo traten como tal. -No se en que momento el imbécil me ha acorralado contra la pared pero mis piernas tiemblan de miedo cuando los recuerdos golpean mi cerebro y los puños crueles de mi ex se aparecen en mis más oscuros pensamientos.
-Suéltame. -Trato de safarme de su agrarre pero el tipo me supera en tamaño y fuerza y comienzo a desesperarme, no quiero que me golpee, no más, nunca más nadie debe hacerlo.
-Vas a ver tú qui...
Y antes de que termine lo que sea que iba a decir, tiene a un Joel completamente fuera de sí encima. Yo a penas reacciono tratando de respirar y me tiembla todo el cuerpo cuando siento los golpes que le propina a Jack, pega fuerte y el sonido me bloquea los movimientos, solo estoy ahí parado viendo como lo tiene en el suelo mientras el otro grita para que pare de golpearlo. Mi novio luce tan molesto, tan jodidamente fuera de sí que hace que todo se nuble y me falte el aire, ese no es mi Joel, ese no es el chico que amo y definitivamente no quiero esto, no quiero tener más nunca miedo.
-¡Te mato hijo de puta! -Grita alto cuando algunas personas que no se de donde salieron, logran separarlo de la golpiza que le estaba dando y recién ahí es que puedo reaccionar.
-Joel...-Solo es un susurro pequeño, una palabra que representa lo mal que me siento.
-¡No vuelvas a acercarte nunca más o juro por Dios que voy a matarte! -Él sigue haciendo fuerza para que lo suelten y casi lo logra cuando me meto al medio y eso es lo único que detiene su estado de alteración. -Gatito. -Habla bajito y avergonzado, se que no le gusta que lo vea enojado, nunca antes lo ví así.
-Yo...quiero irme.
No digo nada más y permito que se suelte de aquellos que lo tenían agarrado para que tome mi mano y me saque de acá. Ni siquiera miro atrás, no quiero saber si Jack está bien o no, no quiero que nadie me vea y no quiero recordar el miedo que sentí cuando Joel se puso violento. Caminamos hasta el auto sin mediar palabra, su mano lleva firmemente tomada a la mía y tal vez es lo único que me tiene en pie porque siento todo mi cuerpo temblar. Una vez que llegamos al auto, me acomoda en mi asiento y da la vuelta para subirse al suyo, lleva silencio y está muy tenso pero espero que sea él mismo quien decida hablar.
-Lo siento, gatito, yo...solo....vi como te agrarró y no pude contenerme. -Me mira de frente con esos ojos hermosos totalmente turbios, avergonzados, temerosos y aunque quiero gritarle que es un idiota porque me puso nervioso, se que solo lo hizo para defenderme.
-Yo no quiero verte así más, nunca más Joel. -Hablo muy despacio, me siento cansado y todas las fuerzas y energía que tenía, se han escurrido como agua entre los dedos, odio sentirme así.
-Lo siento bebé pero cuando lo ví ahí, cuando vi tu cara de miedo, yo...lo siento pero no me arrepiento de lo que hice, no voy a permitir que nadie te ponga una mano encima. -Sus palabras pesan mucho, es firme y me mira fijo y muy serio cuando lo dice, le creo, le creo con toda mi alma y eso me hace sentir vulnerable porque es todo lo contrario a lo que viví antes.
-Cuando tenía diecisiete, una noche de las tantas en que mi padre llegó borracho y me golpeó, después de dejarme con un tobillo fracturado, él... él abusó de mí.
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