Capítulo 27

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×Competencia de Ideas×

Con el Gallo destruido y un reino que proteger, los jóvenes volvieron a unir mentes para desarrollar una nueva arma; al tener permitido herir al enemigo y siendo testigos de su fracaso optaron por la opción antes mencionada.

Lamentaron tal decisión, mas la esperanza en que Rapunzel haría recapacitar a Cassandra era más grande, estarían preparados para cuando llegara el momento. Por ahora se veían en la espantosa necesidad de amenazarla.

—El caso es debilitarla sin tener que llegar a ciertos extremos— habló Varian, agitando la pluma sobre el escritorio.

—¿Crees que un autómata pueda vencerla—preguntó (T/N) centrando la mirada sobre un papel vacío.

Varian se negó, el flashback de una pasada pelea hizo agitar su cabeza, comentó que con tan sólo una roca atravesaría el núcleo de la máquina. Ante la falta de creatividad y el aburrimiento que inundaba al laboratorio, el alquimista quiso hacerlo más interesante con una competencia:

—¡El primero que deje de dar ideas pierde!—anunció competitivo —. Podemos levantar un muro por todo Corona.

—Sin embargo, podría ser derribado y no habría por donde evacuar a la gente, en caso de construir túneles sería muy tardado— fundamentó (T/N), viendo agresivamente a su contrincante —. Quizá una espada igual de mágica podría contra sus poderes.

—Olvidas que Rapunzel es la única con poderes "mágicos" para derrotarla— espetó Varian, presumido —. Sería mejor forjar un escudo que proteja a la misma princesa en el campo de batalla.

—El arma de Rapunzel es su cabello y necesita de ambas manos para combatir.

El alquimista se quedaba sin ideas, observaba a su alrededor  tratando de encontrar un objeto que le diera el triunfo. Tras la búsqueda, logró percibir una flecha que se asomaba detrás del hombro de su amada y su mente volvió a iluminarse.

—¡Un arco! Con el tiro de una flecha directamente a la Piedra Luna, ella cederá— el alquimista ya gritaba victoria. 

—Admito que el arco es una grandiosa arma— fingió la inventora —. ¡Pero necesitarías recargarla constantemente y no tenemos tiempo que perder! En estos casos es mejor usar una ballesta debido a que no es necesario tirar la cuerda y mantener la posición antes de disparar.

—¡Eso es, una ballesta! Sólo necesitamos el material que la inmute— pensó el contrario, entonces recordó de la sustancia que encerró a su padre y fue por ella —¿Será buena idea utilizarlo?

—Si es la única forma para mantenernos a salvo, lo es— suspiró nerviosa —¡Oye yo gane, creo que me merezco un premio!

Entonces el alquimista se acercó a ella, entregando un dulce beso en sus labios y luego en la nariz. La chica imitó lo mismo, fue considerado un empate, ahora tenían que proseguir con el proyecto y esperar que fuera aprobado.



Cuando Las Luces Se Apaguen (Varian x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora