Capítulo 31

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×El Reino Perdido×

Todos los que fueron absorbidos al portal se encontraban flotando sobre un mundo surrealista, parecía ser sacado de un extraño sueño en el que habitaban seres nunca antes vistas, como si un escritor hubiera elaborado un mundo de fantasía y rarezas. Hasta que pararon sobre una nube verde, miraban asombrados quizá aterrados de las criaturas que vivían vagamente sobre el mundo al que a ellos les parecía sumamente normal. La única esperanza que tenían era que Eugene los salvara. 

A medida que transcurría el tiempo, las criaturas demostraban ser amigables y las personas empezaban a cambiar aspectos físicos, como si fueran parte del lugar. Enfado se percató del mechón azul de Varian que cobró vida en una serpiente, el alquimista suplicaba que lo ayudarán mientras corría y (T/N) iba detrás de él para tranquilizarlo. Los demás también tuvieron rasgos de animales, se desprendían o multiplicaban partes de sus cuerpos o empezaban a transformarse en un objeto. Por lo que Varian (con ayuda de su serpiente) concluyó:

—Este lugar nos está cambiando y si no salimos pronto los cambios podrían ser irreversibles.

—¡Genial! Siempre quise volar— comentó (T/N) al ver que sus brazos se transformaron el alas, al intentar volar cayó de frente —.Claro, necesito un alerón. Fantástico.

—¿Estás bien, querida?— preguntó el alquimista, auxiliándola para levantarse.

—¡Estoy sensacional!— contestó la inventora, la caída le hizo perder un poco la cordura —¿Ya te había dicho lo hermoso que eres?

—No tanto como tú lo eres, preciosa— dijo Varian también afectado por el lugar —. De todas las chicas del mundo tú eres la más hermosa. 

La escena incomodó a algunos, por lo que optaron en separarlos. Esperaban impacientemente que los sacarán de ahí, ahora comprendían porque Zhan Tiri estaba tan furioso con Demanitus, en un mundo así cualquiera perdería la cabeza y se convertiría en una criatura rara o tenebrosa. Con el poco razonamiento que tenían, formaron un círculo tratando de olvidar su entorno, juntaron sus manos y cantaron, familiarizándose con los demás habitantes de ese reino, eran cariñosas a su modo, y suspiraron por el largo tiempo en el que estarían ahí. 

Finalmente, el portal volvió a abrirse y salieron sin ningún rasgo extraño. El talismán que controlaba a la Hermandad fue destruida, provocando que Quirin regresara a la normalidad y activara la máquina. Varian al ver a su padre corrió a él para abrazarlo, feliz de que no le pasó nada grave. (T/N) acarició su cabeza, esa experiencia fue una pesadilla que jamás olvidaría y al recordar el momento que estaban viviendo volvió a poner manos a la marcha para desterrar al demonio, Varian le acompañó. Una vez restaurada, tenían que idear un plan para atraerla hacia el portal. 











Cuando Las Luces Se Apaguen (Varian x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora