Capítulo 35

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×La Boda×

El día en que llegó la invitación, Quirin anunció felizmente a toda la aldea la unión de la reina  Rapunzel con el capitán Eugene, por lo que tenían que ponerse a trabajar con las cosechas para la comida y ser parte de la fiesta. El día del evento, (T/N) sacó el vestido que le habían regalado cuando restauraron Antigua Corona, por ser una fecha importante tenía que ir lo más formal posible y Varian tampoco se quedaba atrás, el alquimista tocó la puerta de la habitación hasta que escucho el "puedes pasar" al otro lado, al entrar vio el reflejo de su amada en el espejo cepillando su cabello, se quedó en el marco de la puerta apreciando la belleza de su pareja, estaba tan hermosa como el día en que la conoció.

—Mi bella reina, es hora de irnos— dijo Varian, atrapado en los ojos de la contraria —. Por amor del cielo, estás preciosísima.

(T/N) se ruborizó de las mejillas, al ver a Varian sus pupilas se agrandaron por su elegancia, su típico mechón retrocedió hacia atrás dando paso a mostrar toda su cara y ese traje llevando en alto la estampa de la aldea lo hacía resaltar más, permaneció atónita.

—Benditos los ojos que te ven— dijo (T/N) dirigiéndose a él y darle un tierno beso, el brillo en sus labios se esparcieron en los de él —. Estoy más que lista, vámonos.

En la iglesia, todos esperaban ansiosamente a la reina con su vestido de novia, el momento que definiría los monarcas que gobernarían Corona, era el final esperado después de tantas adversidades. Pata de Garfio tocaba el órgano como si tocara con el corazón, era un suceso que alegraba a todos, apreciar el momento de felicidad de seres queridos llenaban de felicidad a todos.  

—¿Sabes, querido? Mayormente en mi puesto de princesa iba a las ceremonias de gente de clase alta— explicó (T/N) mientras tomaba asiento a su lado —. Por desgracia, casi siempre me terminaba durmiendo, espero que no sea así esta vez.

—¡Oh! Si yo fuera a bodas de desconocidos, yo haría lo mismo— rio —. Si así sucede, te despertaré en el momento justo.

Entonces la iglesia se inundó por completo de personas, las restantes permanecieron afuera observando la escena sin causar molestia y el órgano sonó más fuerte, dando indicio de que era hora. 

Max vestía fielmente el escudo de Corona y en su hocico cargaba una almohadilla con los anillos, mientras que Pascal estaba en su cabeza, éste cambiaba de color respecto a las flores que regaba por el pasillo. 

Luego todos voltearon a la entrada donde Rapunzel vestía de blanco, cargaba sus flores y suspiraba de anhelo, enseguida fue acompañada de su padre, ambos orgullosos del momento que vivían, caminaron hacia el altar, la larga cola abarcaba el pasillo, todos los ojos se centraron en ella, estaba tan hermosa. Varian observaba como Rapunzel fue entregada a Eugene, el amor entre los dos era inigualable, eso le hizo pensar:

—¿Imaginas que podríamos llegar tan lejos, que, no lo sé, tal vez casarnos?— susurró el alquimista, al no tener respuesta volteó y (T/N) yacía dormida. Sonrió y la recostó sobre su hombro y juntó su cabeza con la suya.

Después de un largo rato de que el sacerdote recitó las oraciones, mandó por los anillos, momento justo en el que Varian despertó a (T/N):

—Ya...Ya...Ya desperté— bostezó (T/N) centrándose de nuevo en el altar —¿Qué les pasó a Pascal y a Max? 

Varian movió los hombros en respuesta de que no tenía la menor idea, cuando el sacerdote dio la declaración de marido y mujer, junto al permiso del beso; todos los coronenses gritaron con enjundia, la iglesia se inundó por el sonido de los aplausos y los llantos, ahora era el momento para el gran banquete y una buena rebanada de pastel. 

Sería un largo día por el gran festejo, en el que Varian y (T/N) bailarían hasta que le dolieran los pies, felicitarían a sus amigos por su eterna unión y gozarían de la comida.

Cuando Las Luces Se Apaguen (Varian x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora