Capítulo 29

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×Karma×

(T/N) permaneció afuera contemplando la destrucción de las rocas mientras que los demás se resguardaban en la taberna. Sentada en el césped, observaba como las casas eran presa en un nido de rocas, lo importante era que la gente salió ilesa pero el daño en sus hogares era enorme. 

La chica abrazaba sus piernas y en ellas cubría la mitad de su rostro. Varian se percató que su pareja no siguió al grupo, por lo que retornó a ella.

—Escape de mi reino para cumplir mis sueños, para ser feliz—confesó a (T/N)al escuchar las pisadas del contrario—. Y mira, mi nuevo hogar está destruido— hundió su cabeza por completo.

Varian se sentó a su lado, ignorando el panorama, acarició su espalda y sintió la agitación de su espalda. (T/N) estaba llorando, de inmediato la rodeó en sus brazos, aliviando su dolor con el roce de sus manos. La inventora correspondió el abrazo, se acurrucó en su pecho y en él resbalaban sus lágrimas hasta caer en el delantal.

—Tranquila, desahógate— susurró el alquimista —. Aquí estoy para cesar tu llanto o apoyarte si así lo deseas.

—¡Es el karma, Varian!— chilló —. Me persigue la desgracia por no haber cumplido con mi destino de ser reina.

—Hiciste lo correcto yéndote— la obligó a mirarlo —. Esto no es un castigo que te está poniendo la vida.

Besó su frente, secó las lágrimas de sus mejillas y aprovechó la oportunidad para besarla en los labios. Giró su mirada en busca de una flor y afortunadamente encontró a unos centímetros de un árbol una pequeña parcela de azaleas blancas, arrancó una flor y la colocó en el cabello de la chica. Dándole a entender que a pesar de la batalla seguirían juntos, que no se trataba de un castigo sino un obstáculo que superarían y luego crearían varias maquinas que beneficiarían al reino. Más que nada, le daba esperanza y consuelo, a pesar de todos los retos que se le atraviesen lo lograrían. (T/N) sonrió, desde que Varian remedió sus errores y le demostró que había cambiado por completo sabía que podía acudir a él sin miedo, así como él confiaba en ella en cualquier situación. 

—Oh, pelearé por ti—espetó, odiaba verla triste —Moriré por ti.

—Más bien dicho...— se levantó, con el corazón lleno de valentía —¡Pelearemos por nosotros! ¡Por el futuro que nos espera!

(T/N) aprendió que para superar ese "karma", tenía que dejar de llorar y levantarse frente a la batalla, tomar el llanto en rabia y decir BASTA, ganar la pelea y hacerse más fuerte.

—¡Por Corona!— gritaron al unísono, alzando los puños, enfrentando su destino.

  

Cuando Las Luces Se Apaguen (Varian x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora