Capítulo 8

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Pov, s Kimberly.- Minutos antes


-Contigo queda confirmado lo de que las calladitas son las peores -comentó Vanessa

Reí- no exageres, no fue para tanto, solo bailé 

-¿¿¡Solo bailaste!?, amiga, si trapeaste el suelo, eres una diosa -continuó Natalie

-Nat tiene razón, eres una diosa, para que tenerte envidia si puedo tenerte ganas

Me sonrojé- ¡Vanessa!, pero si ustedes lo dicen pues les creo

-¿Por que no nos dijiste que vivías en una mansión? -se quejó Natalie

-¡Natalie, por favor!, es hija de los empresarios mas reconocidos de toda california, ¿que esperabas que viviera en una casa de un piso? -recordó Vanessa

-¡No es una mansión! -repliqué

-Comparada con mi casa si lo es -sonrió Vanessa

-¿Y puedo saber por que no le caigo bien a Liam y a Amber? -pregunté casual

-¿De que hablas? -Natalie me miró

-Pude notar cuando ustedes me saludaron que no les caigo muy bien y no lo entiendo -comenté

-Tu no eres el problema, Kim -empezó Vanessa- a ellos no les cae bien nadie, por ejemplo Nat y yo tardamos mas de un año en ganarnos su confianza y de repente ni nos hablan, no te preocupes por eso

-Oh, de acuerdo -sonreí incomoda

-¿Volvemos a bailar? -preguntó Natalie

-En realidad quiero tomar algo de aire, pero vayan a divertirse -dije- ahorita las veo


Sin esperar su respuesta me alejé de ahí, caminé entre los adolescentes, la casa estaba apunto de explotar, no cambia ni una sola persona mas, ubiqué a mis amigos con la vista y reí al verlos bailar entre el circulo, sabía que en toda la noche no me habían quitado la vista de encima, parecía que Enaij Gerrer los había contratado como mis guardaespaldas para que ningun chico se me acercara.

Salí rápidamente de la casa y tal vez fue por el alcohol que había ingerido, pero en el momento en donde el aire frío golpeo mi rostro me sentí mareada y con ganas de vomitar, caminé hacia el lado izquierdo en donde estaban las flores de tulipanes que eran las favoritas de mi madre, me adentré mas al jardín, escuché ruidos así que levanté la vista y me encontré con Eiden Wensley el cual estaba de espaldas y fumando un cigarro, y se supone que eso debería verse mal, pero en el eso era muy caliente, no sabia lo que me pasaba con ese chico pero a su alrededor sentía mucha calor, era como si no pudiera resistirme a besarlo y arrancarle la ropa, me acerqué a el.


-¿Perdido en pensamientos? -llamé


Volteó a verme asustado y al ver que era yo se relajó, caminó unos pasos mas cerca de mi, tragué saliva por el nerviosismo.


-¿Que haces afuera?, ¿no deberías estar en tu fiesta? 

-Me sofoqué -respondí- ¿y tu que estas haciendo aquí?

-Quería distraerme, había una gran tentación dentro -dijo lanzando una indirecta muy directa

-¿Ah si? -lo miré a los ojos- ¿y por que te resistes a esa tentación?

Abrió los ojos sorprendido y luego se relajó- porque esa tentación es un dulce corderito que no le conviene ser comida por el lobo

Reí- tu no conoces a ese corderito -hice comillas- talvez ese corderito le tiene mas ganas al lobo de lo que el cree

Pecado adictivo☑️☑️Where stories live. Discover now