Capítulo 40

26 1 0
                                    

Pov, s Kimberly.- 


Me estampó contra la pared y empezó a besarme frenéticamente, mordía, chupaba y lamia mis labios hinchados, una de sus manos que estaba en mi cintura bajó hacia mi culo, casi al final de mi camisón, introdujo su mano tocando mi culo cubierto con la pequeña tanga blanca de encaje, acarició una de mis redondas nalgas y jadeé.


-Necesito que estés dentro de mi -rogué

-Tus deseos son mis ordenes, pastelito


Me separó de la pared y caminamos hasta de mi culo tocó la base de los lavamanos, me cargó para subir a estos, lo hice, levanté los brazos y el me quitó el blusón dejándome en ropa interior, observo mi cuerpo y sonrió.


-Eres realmente hermosa y sexy, muy sexy -acarició mi mejilla


Le saqué la camisa verde que traía tirándola al suelo, pasé mis manos por su abdomen bien trabajado, se quitó los pantalones y zapatos quedando solo en bóxer, miré su polla que se marcaba en la delgada tela, sonreí bajándome del lavabo, me miró con curiosidad pero no dijo nada, me hinqué frente a el y le sonreí.


-'Que piensas hacer?, pequeña pastelito pervertida -sonrió con picardía

-Quiero chuparte la polla -admití excitada

-¡Oh joder!, hazlo, Kimberly, enséñame cuanto te gusto


Llevé mis manos a la orilla de sus boxers y los bajé dejando frente a mi su erecta y gran polla, me lamí los labios y le di un vistazo rápido antes de metérmela toda en la boca, de arriba a bajo succionaba, el no paraba de jadear y maldecir.


-Chupa y lame con tu boquita, pastelito -gimió


Empecé a jugar con sus bolas y eso pareció sorprenderle, de pronto sentí como se tensaba y segundos después su cuerpo se relajó, se vino en mi boca, saboreé el esperma y sonreí.

Me ayudó a ponerme de pie y me sentó de nuevo en el lavamanos, me desabrochó el broche del sostén y lo lanzó hacia el aire, dejó una rápida pero fuerte mordida en uno de mis pezones que me hizo soltar un pequeño grito, estiró mis bragas y las rompió, quede completamente desnuda, introdujo tres dedos en mi interior, gemí, me sobó, tocó, saboreó mis paredes haciendo que me volviera loca, iba a llegar a mi orgasmo cuan do de pronto se detuvo, lo miré frustrada.


-No quiero que termines tan pronto -dijo

-¡Idiota! -grité


Abrió mis piernas dejando mi vagina a su vista, chupó sus labios, se acercó a mi y sin decir nada me penetró, una estocada vino tras otra, el ritmo era muy acelerado hasta que mi cuerpo explotó en miles de espasmos deliciosos, nuestras respiraciones eran un asco, nos quedamos abrazados unos minutos.


-Fue el mejor sexo de mi vida -admití

-Y sin duda fue la mejor mamada del mundo -sonrió

-Fue un honor, ahora en verdad tienes que irte, mis amigos no tardan en llegar

-¿Solo me usaste? -se sorprendió

-No seas idiota, Blake -me carcajeé- mañana daré una fiesta aquí, estas invitado

-Gracias, pastelito -acarició mi mejilla

Pecado adictivo☑️☑️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora