Capítulo 39

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Pov,s Kimberly.- Una semana después


-¿Te han dicho que eres perfecta? -preguntó el castaño

Reí- muchas veces, pero viniendo de ti es especial

-¿Por que me embobas tanto?, Kimberly Gerrer -acarició mi mejilla

-No lo se -lo miré


Estaba en la casa playera de Alexander, revisábamos unos papeles de nuestros asuntos, pero la última hora solo se me quedaba viendo como idiota. Carraspeé y me puse pie, el bendito vestido verde había empezado a picarme, pasé mi mano por mi cabello suelto y vi que el me estaba mirando, sonrió.


-¿Que pasa? -pregunté

-Te queda muy bien ese vestido, palomita -se puso de pie

-Lo se -afirmé- tu no te ves nada mal, en realidad estas muy caliente

-¿Ah si? -se acercó


Llevaba solo unos boxers azules, su maldito abdomen marcado estaba a mi vista, me preguntaba por que demonios ese hombre tenía tanta belleza y sensualidad.

Colocó una mano en mi cintura y jaló mi cuerpo hacia el, mi pecho golpeó contra su abdomen, solté un jadeo y el sonrió pícaramente. Coloqué una de mis manos en su hombro derecho y la otra sobaba sus cuadros marcados, nuestras miradas se conectaron con los míos, el café se fundió con el azul.


-Tu aroma me esta volviendo loco -admitió

-Y tu me estas mojando así que supongo que estamos a mano -susurré

-Estas mojada y ni siquiera te estoy tocando, ¿te imaginas cuando ponga mis dedos dentro?

-Me estas matando -jadeé

-¿Quieres hacer esto?

-Lo deseo como no tienes una idea, Alexander -admití- deseo tanto tenerte dentro de mi

-Y me tendrás, palomita, pero lo primero es llegar a la habitación -recordó

-Cierto


Envolví mis piernas en su cadera mientras mis brazos se amarraban con fuerza a sus hombros, sus manos fueron a mi culo y me sostuvieron, junté mi boca con la suya en un caluroso beso, el me respondió enseguida, Alex delineó mi labio inferior con su lengua y la señal era clara, abrí mi boca dándole espacio a su lengua, cuando esta hizo contacto con la mía miles de sensaciones deliciosas explotaron dentro de mi, el maldito idiota sabia besar delicioso, sentí como empezamos a movernos y en menos de dos minutos estábamos en su cuarto, nos acercamos a la cama, me bajó y la parte trasera de mis piernas golpeó contra la base de madera de la cama, nos separamos para respirar, rápidamente tomó la orilla de mi vestido y lo sacó arrojándolo hacia alguna parte de la habitación, su mirada recorrió mi cuerpo envuelto solo en lencería rosa pastel, volví a jalar su cuerpo hacia el mío y nos volvimos a besar, mordí su labio y el apretó mi cuello con delicadeza, caímos a la cama, el sobre mi, mis partes de chica se emocionaron ante el con tacto con su inconfundible erección, nos separamos del beso y empezó a olisquear mi cuello y dejar pequeños besos en este, cerré los ojos ante la sensación, metió una de sus manos por detrás de mi y mágicamente el broche del brasier se soltó, se levantó un poco para ayudarme a quitármelo, lo hice, su vista se centró en mis pechos, específicamente mis cimas fruncidas, sentía que mi cuerpo estaba ardiendo, uno de sus dedos pellizcó mi pezón derecho.

Pecado adictivo☑️☑️Where stories live. Discover now