03. ¿Berrinche o ira?

8.6K 1.2K 766
                                    

Las bendiciones de Doyoung.
Versión editada.
Primera parte:
Capítulo 03. "¿Berrinche o ira?"

 "¿Berrinche o ira?"

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.





Si Doyoung anteriormente se encontraba preocupado, ahora estaba bastante asustado.

Tenía unos niños maravillosos que siempre habían sido muy consentidos por el, incluso si eran bastantes y tenían personalidades distintas, Doyoung siempre encontraría la manera más justa de repartir su amor en cada uno de ellos para que se sintieran como los bebés más afortunados del mundo.

¿Cómo iban a reaccionar ante la noticia de un nuevo bebé?

No es como que pudiera ocultarlo para siempre, sus síntomas estaban cada vez más presentes y sus hijitos eran unos pequeños demonios demasiado observadores.

—Niños, vengan con papá —habló Doyoung para después tomar asiento en uno de los sillones de la sala, con Renjun en brazos.

Su hijo más pequeño lo veía fijamente, como si desde ya supiera toda la verdad.

—¡Yo no fuí, papi, fue Mark! —gritó Donghyuck, corriendo para poder tomar asiento al lado de su padre.

—Mentiroso —dijo Mark después de formar un puchero con sus labios, sentándose sobre el suelo cubierto de alfombra.

—Ya nos va a regañar —se quejó Jaemin, tomando asiento a un lado de su hermano mayor.

—¡No, papi! No hicimos nada malo hoy —reclamó Jeno entre pequeños saltos, acercándose para poder sentarse sobre una de las piernas de su padre.

Eran tan lindos, le provocaban ganas de comerselos a besos. Tal vez por eso mismo no podía llegar a regañarlos de la manera en que su madre solía hacerlo con el, ya que sus hijos encontraban una manera de robarle el corazón con sus gestos o acciones.

—Nadie hizo nada malo hoy, al contrario, se han estado portado demasiado bien —Doyoung sonrió, escuchando como sus hijos celebraban entre susurros. —Pero aún así papá tiene algo muy importante que decirles, y tiene que ver con las visitas recientes que he tenido a la doctora en su consultorio.

—¿Entonces si te vas a morir? —preguntó el mayor de los niños, sus ojos llorosos delatando que estaba a nada de soltarse a llorar.

Debía de controlar su boca frente a sus niños o los podría traumatizar.

—Nadie se va a morir —aclaró Doyoung, teniendo que detenerse unos segundos para tratar de calmar los nervios que sentía. —Es solo que... Papá tendrá otro bebé.

Tan preocupado estaba que no pudo notar la alegría que invadió a sus pequeños, los cuales comenzaron a celebrar entre ellos cuando terminaron de procesar las palabras de su papá.

Las bendiciones de DoyoungDove le storie prendono vita. Scoprilo ora