Las bendiciones de Doyoung

48. Mi universo entero.

Las bendiciones de Doyoung.
Versión editada.
Primera parte:
Capítulo 48. "Mi universo entero"

Y cuando las luces de la casa se apagan, Doyoung por fin puede tener cinco minutos para descansar.

Tomó una pequeña ducha rápida y se tiró en la cama aún con el cabello mojado, siendo recibido por los brazos cálidos de su novio.

—Espera —susurró Doyoung cuando observó a su novio cerrar los ojos, con claras intenciones de descansar para poder despertar con la energía suficiente que necesitaba para el trabajo. —Solo un momento.

John abrió los ojos con una pequeña sonrisa instalada en su rostro. Doyoung sentía que la respiración le faltaba cada vez que se encontraban así de cerca. Exactamente la misma sensación que cuando eran un par de adolescentes tontos intentando tener un noviazgo envidiable.

Quemaba, pero se sentía bien.

—Me gusta cuando estás en modo cariñoso —dijo John.

El pelinegro comenzó a reír una vez que notó lo nervioso que parecía estar su novio por la cercanía que tenían. John respiraba rápidamente y ni siquiera había razón alguna para estar agitado.

Solo amaba a Doyoung con locura y cualquier acción afectaba en su cuerpo de adulto enamorado.

—No me mires de esa manera, me enamoras —habló Doyoung con una sonrisa.

—¿De que manera?

—Como si fuese el único para ti en este universo.

—Lo eres, Doyoung —dijo el mayor. —Ni la distancia logró hacer que mi amor por ti desapareciera, y ahora que mi padre ya no está en condiciones de mandarme, por fin puedo estar libremente contigo. Mi padre intentó presentarme a muchas chicas lindas de mi edad, incluso una de ellas era hija de un diseñador de modas, cada una de ellas eran bastante hermosas, educadas y estudiadas... Pero no eran tú. Tienes ese tipo de belleza impactante que no me he podido sacar de la cabeza, cada que me observas siento que te llevas mi alma en un solo segundo y que mi corazón saldrá corriendo de mi pecho para reclamarte por hacerlo latir de manera desenfrenada, casi creyendo que me dará un infarto. Nadie, nadie en este mundo me ha hecho sentir de esa forma, solo dos personas; tú y Mark.

—Ahora me siento mal por haber estado con otras personas —Doyoung arrugó la nariz, haciendo reír a su novio.

—No lo hagas, nadie sabía que podría regresar algún día —John acercó una de sus manos para acariciar la mejilla de su bonito novio. —Se que amaste demasiado a Yuta, y lo mucho que te costó salir adelante después de cada ruptura.

—John...

—Sin disculpas, no hagas eso —negó con una sonrisa. —Estoy agradecido con Yuta y Chittaphon, ellos te dieron una felicidad inmensa mientras tuvieron la dicha de estar juntos, cuidaron de ti y de la felicidad de tus hijos, de mi hijo incluso si no era suyo. ¿Cómo podría molestarme? Cuando mi única misión es velar por la felicidad de ustedes...