07. Lo mío.

7.3K 1K 496
                                    

Las bendiciones de Doyoung.
Versión editada.
Primera parte:
Capítulo 07. "Lo mío"



Doyoung siempre creía estar listo para la oleada de síntomas de un embarazo, hasta que le tocaba estar de rodillas frente al inodoro, vomitando la mitad de la comida que había ingerido durante el día. No llevaba mucho tiempo embarazado pero ya podía deducir que ese bebé estaba siendo el más complicado de todos, llevándolo a unos límites de cansancio extremo que nunca había podido llegar a sentir hasta el día de hoy.

Para su fortuna los chicos siempre estaban dispuestos a ayudarle con los niños y, para ser sincero, no cree que hubiese podido llegar a ese punto de su vida sin el apoyo de los idiotas de sus ex. Incluso se atreve a jurar que no tendría un hogar propio si hubiese continuado solo.

Siempre había tantas cosas por hacer durante un solo día, pero trataba de enfocar toda su atención a las necesidades de sus hijos, olvidándose inclusive de si mismo. Era tan ajetreada su vida que no creía poder tener lo necesario para llegar a casarse con alguien en un par de años, tampoco se imaginaba en una situación de ese tipo porque normalmente nadie lo veía como una pareja fija.

Y creía estar bien con eso, no necesitaba vida romántica cuando tenía que cuidar de sus hijos.

—A mí me gusta el nombre de ChenLe, lo leí en una página de nombres chinos —habló Taeyong mientras movía de un lado a otro al pobre de Jaemin, quién solo podía gritar y reír. —¿No?

—Había pensado en JiSung —Doyoung arrugó la nariz cuando su mejor amigo lo vió con cara de asco. —Ay, ya, deja de juzgarme, si, si lo vi en TikTok —rodó los ojos.

—¡NoNo! —gritó Renjun mientras tiraba del cabello de su padre, haciéndolo reír. —¡NoNo!

—¡No, papá! —Jeno se acercó corriendo y palmeó con urgencia las piernas de su padre. —No se puede llamar así, yo me llamo así.

—A mí me gustaría que fuese niña para que se llame como mi tía Ir... Ire-...

—Irene, mi amor.

—Si —Mark saltó de un lado a otro con emoción. Su papá siempre entendía lo que quería decir y sin necesidad de repetirlo muchas veces.

En realidad todos deseaban que finalmente una niña llegara a la familia, vivir entre tanto hombre era una pesadilla, y eso que ellos eran hombres.

—Va a ser niño —Taeyong observó a los pequeños con sus ojos entrecerrados.

Doyoung quería disfrutar de ese pequeño momento pero no podía quedarse tranquilo cuando la ausencia de uno de sus bebés era demasiado notoria. Taeil había pasado por Donghyuck durante la tarde para llevarlo a una cita con un su nueva psicóloga, según su ex, era mejor buscar a una persona que ya hubiese atendido a niños con padres divorciados, de esa manera sería mucho más fácil manejar el comportamiento rebelde que tenía su hijo.

Las bendiciones de DoyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora