El Arte de las Palabras

1

¿No les parece romántica la idea de la reencarnación de almas gemelas?

El saber que no importa donde nazcas, o en que época, país, ciudad lo hagas, siempre habrá alguien que este destinado a ti, porque es la única persona en el mundo que te hará experimentar el más puro amor, aquel amor que pude superar todo y que, aunque uno de los dos muera, cuando regresen en otro cuerpo se volverán a encontrar para repetir su historia una y otra vez.

Cada vez que pienso en ello, se me pone la piel de gallina y me hace querer ser yo uno de los afortunados en vivir esas historias llenas de pasión y esperanza, en donde no importan las adversidades que se interpongan en el camino, sabes que alguien estará a tu lado durante el trayecto.

O quizá sea que yo soy un tonto entusiasta ante la idea de algo que suena imposible, algo que vaya mucho más allá de la realidad, y aunque me he ganado la vida escribiendo lo maravilloso que es el que dos personas que han descubierto que no pueden vivir sin la otra, y que por esos sentimientos uno debe arriesgarlo todo, jamás me ha pasado.

Uno de mis mejores amigos suele quejarse a menudo de la imaginación que tengo al poder describir entornos, personajes y tramas tan vividas, cuando soy todo un inexperto en el campo del amor, porque dice que le estresa no poder hallar alguien que sea tan perfecto como los galanes de mis novelas.

¿Acaso ocasionare que todos mis lectores sientan estrés, al querer tener a alguien tan imaginariamente adecuado, y no poder?

Yo no suelo pensar mucho en como afectara mi trabajo en otros, de hecho, si no fuera por mi hermano menor nunca hubiera comenzado a publicarlos, algo que en un principio no quería, pero ahora le estoy tan agradecido porque sin ese empujón quien sabe que sería de mí y no tendría como amigos a estas personas tan maravillosas que siempre cuidan de mí y de mis hermanos.

Un dato curioso de mi persona es que no suelo ir según la corriente, lo que es normal para mí no lo es para los demás, por eso tengo que andar preguntando si lo que hice y/o digo no fue muy grosero, ya no estoy en edad para que la gente pase por alto mis comentarios fuera del lugar o malinterpretados.

Y retomando el tema con el que inicie, afirmo nuevamente que soy una papa para las cuestiones amorosas, si alguien me coquetea no lo percibo, si me lanzan indirectas sobre posibles citas, las rechazo sin darme cuenta del significado oculto de la petición, en palabras de P Puimek; "Eres tan denso que cuando de verdad te enamores, no te darás cuenta"

No puedo negar su acusación, tan casado estoy ante la idea de encontrar a mi persona predestinada, que la sola idea de intentar una relación pasajera me parece horrible, tengo miedo de que si esta persona que logre hacer que me interese y que me enamore de ella no es mi alma gemela, y yo ya esté muy comprometido con ella y aparece mi media naranja, sé que no la dejare ir por mi sentido de la lealtad.

Cuando les he contado a mis amigos mi mayor preocupación en la vida, suelen rodar los ojos y después soltarse a reír, para ellos es una tontería que me tome tan enserio los cuentos de hadas que escribo, e incluso me incitan a que vaya a citas a ciegas con tal de que no me vaya a quedar solo y virgen hasta la muerte.

¡Y que quede claro que soy aun virgen, no por falta de pretendientes, sino por decisión propia!

Quiero que sea algo especial cuando me entregue por completo, no quiero solo satisfacer necesidades primitivas de mi cuerpo, es un acto que quiero recordar cuando sea mayor con una sonrisa en mis labios, en vez de una ocasión pasajera de la cual me avergonzare si me llegaran a preguntar.

¿Seré tan patético como mis amigos dicen? ¿O realmente existe la posibilidad de que aquella persona que nació para amarme y que yo amare, aparecerá en mi vida más adelante?