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- ¡Lo siento tanto Earth! – el grito de Mix me hizo sobresaltarme - ¡De verdad que no tenía la menor idea de que Phuwin y Ciize estaban saliendo, si lo hubiera sabido no hubiera traído el paquete, pero es que P Pond está como poseído e insistió tanto que no pude negarme ante su petición, pero...! – sus ojos se habían vuelto cristalinos y evitaba a toda costa verme a la cara – No me odies, por favor... - su voz era suplicante y cargada de angustia.

El que estuviera así de preocupado por haberme causado un disgusto tan grande que pudiera afectar mi opinión sobre él, hizo que mi estómago se revolviera, nadie aparte de mi familia y amigos se habia mostrado tan atento a mi persona, y me hacía feliz, inmensamente dichoso, porque yo realmente apreciaba a Mix y esperaba ser correspondido de igual manera.

Tenía una enorme sonrisa marcada en mis labios, el dolor de mis mejillas me lo constataba, suavemente coloco que mano en su hombre, durante unos segundos Mix continuo con la cabeza agachada, pero intuyendo que no me movería de ahí hasta que me mirara a los ojos, alzo su mirada y la centro en la mía, yo negué con la cabeza y le indique con un gesto de mi mano que me siguiera.

Los dos caminamos en un silencio incomodo, al parecer seguía asustado, y bueno, sinceramente no lo culpaba, si yo estuviera en sus zapatos estaría aterrorizado de que no quisiera volver a verme en la vida, solté un suspiro ante la idea, a pesar de lo poco que llevaba de conocerlo, Mix se había ganado un lugar importante en mi vida y deseaba que siguiera siendo parte de ella por muchos años más.

El camino fue mucho más largo de lo normal, ya que trataba de usar los pasillos por los que normalmente ninguno de nosotros solemos usar, a menos que juguemos a las escondidas o estemos escapando de los otros, pero una vez que llegamos a mi habitación suspire de alivio, abrí la puerta y lo invite a pasar.

Mix hizo un puchero, tenía las mejillas infladas y me miraba un tanto desconfiado, yo alce una ceja y volví a gesticular con la cabeza que ingresara, medito sus opciones y al final accedió, lentamente camino hasta mí, podía notar como sus hombros estaban encorvados en señal de derrota, quise reírme de su comportamiento, mas no lo hice porque entendía muy bien sus pensamientos.

Cerré la puerta cuando los dos estuvimos recluidos dentro de los límites de mi santuario, señalándole que tomara asiento, me encamine hacia mi escritorio, tome mi Tablet, me gire sobre mis talones y me le quede observando, él jugaba nerviosamente con sus dedos en lo que se quedaba contemplaba hacia las puertas de vidrio que conducían al jardín trasero, en donde habia sembrado muchos rosales de distintos colores, con tal de que cuando me aburriera de escribir podría disfrutar de un hermoso paisaje que me reanimara las ganas de seguir trabajando.

No me habia percatado antes de que Mix no era tan perfecto como habia creído en un principio, pudiera haber sido que mi anhelo de ser entrevistado por él lo hubiera colocado en un pedestal demasiado alto, y aunque estuve equivocado, no me entristece, por el contrario, estoy más fascinado con la persona autentica que es, siempre se ha mostrado como es y es por eso por lo que hace que yo también le quiera mostrar quien soy.

Te has confundido, Ciize y Phuwin no son novios, ¿recuerdas cuando te conté que Ciize y Khaotung fueron dados en adopción y que la familia adoptiva de Ciize se la llevo a otra ciudad para que no se quedara conmigo? Pues Phuwin es hijo biológico de esa familia y fue por el que tengo a mi hermana de vuelta, fui afortunado, no solo Ciize regreso, sino que me gane a un nuevo hermanito al que quiero mucho y al que le deseo toda la felicidad del mundo.

Escribí rápidamente el mensaje, no fuera que a Mix le llegara la idea de huir antes de que pudiera aclararle el malentendido, le mostré el texto y espere su reacción, el me arrebato la Tablet y releyó el contenido, una tímida sonrisa se marcó en sus labios y sus ojos se posaron en los míos nuevamente, mostrando un claro alivio en ellos.

El Arte de las PalabrasWhere stories live. Discover now