El Arte de las Palabras

27

- No puedo comprenderlo... - la tristeza era evidente en el rostro del mayor, sin embargo, Phuwin también podía reconocer la aceptación, era como si el otro ya hubiese anticipado que después del relato las cosas terminarían mal.

Pero.... ¿acabarían mal?

El menor no podía asegurarlo, era honesto en admitir que no comprendía del todo las decisiones que todos tomaron en base de emociones, emociones que el apenas e iniciaba a poder reconocer, y, con todo lo que sucedía a su alrededor, admitía que no se creía preparado para entrar a ese mundo, aunque eso lo convirtiera en una persona "normal".

Tenia aun muy presente la conversación que tuvo con P Earth días después de que regresara del hospital, después del ataque de ansiedad que sufrió la noche del concierto de Pond, cuando su hermano admitió que la razón por la que perdió el control había sido el miedo; el miedo de que lo rechazaran, miedo de que se aprovecharan de él, miedo de que no pudiera protegerlo...

El miedo hizo que P Earth se desmayara...

El miedo de perder a una persona querida hizo que el cantante se alejara de él y permaneciera al lado de Mix, ya que no quería que ninguno de los dos sufriera, a pesar de que eran diferentes tipos de miedo, al final los dos eran por la misma razón; su finalidad era la de proteger.

Ambos querían protegerme...

Y, no solo era a él, también protegieron a los demás, al guardar el secreto, P Mix sufría el solo por un accidente, del cual no era culpable, pero sus emociones le hacían creer que era así, y con tal de no lastimar a las personas que le importaban, prefería sacrificarse por el bien de ellos.

- Es tan complicado... - se escucho decir en voz alta, escucho como su novio soltaba un suspiro y le sonreía tristemente.

- Lo es – accedió el, abrió la boca, después se mordió los labios, observo el rostro lleno de confusión de Win y agrego – No tengo el derecho de exigirte que me perdones, mucho menos que lo entiendas... - hizo una breve pausa porque sentía que lloraría en cualquier momento – Fui un idiota, me deje manipular por mis emociones, debí ser mas racional, pero soy humano, y algo que nos convierte en seres reales, de carne y hueso, son las emociones.... – su cuerpo temblaba por la necesidad de sentir la calidez que solo el cuerpo del otro podía proporcionarle, sin embargo, se obligó a mantenerse estático porque sentía que ya no era algo que merecía recibir – Créeme, que, si llegas a decirme que no quieres volver a verme, aunque mi corazón se rompa, lo aceptare, porque no hay nada mas importante en mi vida, en estos momentos, que tu bienestar, sea o no conmigo...

- Quédate conmigo – la respuesta de Phuwin tomo desprevenido al cantante, tanto que su expresión era la de alguien que acaba de ver a un fantasma – Tu prometiste que estarías a mi lado siempre que te necesitara – tal vez era alguien defectuoso al no ser capaz de discernir que emoción experimentaba, pero tenia la capacidad de poder pensar con claridad, y sabia muy bien que separarse del otro no era algo que deseaba – Yo quiero seguir aprendiendo a sentir a tu lado...

- ¿Aunque sea un imbécil? – cuestiono el mayor, olvidando la restricción que se puso a si mismo, para presionar su cuerpo con el de menor, disfrutando del calor que su novio le daba al tiempo en que sentía que su alma comenzaba a calmarse - ¿Aunque no pueda pensar con claridad por ser un desastre emocional?

- Seriamos un combo perfecto, ¿no? – razono Phuwin, permitiendo que la agradable sensación que le daba ser sujetado de esa forma por su novio, lo invadiera por completo, era como una pieza que le hacia falta y no se había dado cuenta hasta ese momento – Nos complementamos el uno al otro, cada uno con sus virtudes y desventajas...