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Había escuchado algunas leyendas sobre pueblos malditos, criaturas tenebrosas y personas con sed de sangre pero por mi cabeza nunca pasó la idea de ser parte de una de esas leyendas y vivir en carne propia un suceso trágico, ser parte de él... Experimentar el miedo real.

Mi padre estacionó el auto en una pequeña casa

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Mi padre estacionó el auto en una pequeña casa. Nos bajamos y sacamos el ligero equipaje que habíamos traído. Agarré algunas cosas vitales para mí y las trasladé en mis manos, mi teléfono, mi computadora y mis audífonos. Entré a la casa una vez que mi madre abrió la puerta y ésta soltó un chillido. Sentí un frío viento azotar en mi nuca y el lugar se me hizo terriblemente espantoso. Había solo un mueble viejo, el piso estaba sucio y las paredes manchadas.

─Bueno, no está tan mal ─dijo mi mamá no muy convincente.

Estaba horrible.

─Si, con un poco de pintura, una limpieza y algunos muebles, lucirá bien ─asintió mi padre.

─Una limpieza a fondo ─murmuré examinando el lugar.

Mis pasos hicieron eco cuando entré a la casa y caminé hacia la que parecía ser la cocina. Una simple barra la dividía con el comedor, hice una mueca de disgusto.

─¿En serio viviremos aquí? ─miré a mis padres rascándome la nuca.

─Por supuesto, cariño, quizá ahora no se ve como la casa soñada de ninguno de nosotros...

─Dudo que sea la casa soñada de alguien ─susurré.

De unas ratas quizá.

─...Pero nos adaptaremos, mañana llegan los muebles y contrataremos a algún pintor ─finalizó mi madre con una sonrisa tranquilizadora que no me tranquilizó nada.

─¿Y mientras tanto...?

─Mientras tanto puedes bajar tus cosas y llevarlas a tu habitación.

Solté un suspiro y asentí. La madera soltó chirridos cuando subí los escalones. La que sería mi nueva habitación era el desastre vivo, tenía telarañas en los rincones, había polvo en el suelo, las ventanas estaban rajadas, era bastante pequeña que la idea de dormir aquí se me hizo asfixiante.

Repetí lo que me había estado diciendo desde que mi padre nos dió la noticia de que había sido despedido: Esto lo hago por ellos, no quiero ser una carga más, quiero demostrarles mi apoyo, necesito hacerlo por los tres, para salir adelante, para poder volver a nuestra antigua vida o adaptarme a la nueva, esto iba a ser temporal, solo un pequeño desliz, una pequeña caída que pronto acabaría.

Toda la tarde me la pasé limpiando el cuarto, al final resultó ser un poco más decente, mi papá me trajo algo de pintura blanca y me propuse practicar mi nuevo hobbie con las paredes. Pinté algunas flores, unos detalles rosas con el fondo completamente blanco. Acomodé una pequeña mesita de noche y dejé un saco para dormir en el suelo. En lo que traían mi cama, me tocaría dormir en eso.

Axavel © [Versión Borrador]Where stories live. Discover now