Axavel © [Versión Borrador]

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Axavel miró sobre su hombro y esperó a que todos estuvieran lejos. Esperó a que ninguno quedara a la vista, y cuando ya no hubo ni un alma además de nosotros, me miró directamente, firmemente. Ese par de ojos negros me examinaron de pies a cabeza y me sentí expuesta ante él, porque estoy segura de que me desnudó allí mismo con esos negros. La profundidad en su mirada es tanta que me obligo a apartar la mía.

─Estabas espiando.

─No, no, él... Yo... ─piensa Ailén, piensa─. La maestra me mandó a buscar un trapeador ─fingí firmeza.

─¿Si? ─ladeó la cabeza─ ¿Por qué?

─Un chico tiró jugo.

─Y te mandaron a buscar un trapeador en la bodega de papeles ─asintió.

¿Bodega de papeles? ¿Quién demonios tiene una bodega de papeles?

─Soy nueva ¿De acuerdo? Me perdí.

─No soy estúpido, Ailén ─me miró seriamente.

─Ailén. ─sonreí irónicamente.

─Es tu nombre ¿No?

─Lo es ¿Por qué tendrías tú esa información?

─¿Por qué dejaría escapar a la persona que fue testigo de mi crímen sin saber nada de ella? ─sonrió a medias.

Miré hacia otro lado.

─Me largo ─caminé pero cuando pasé por su lado me agarró del brazo.

─Oh no, no hemos terminado ─intento zafarme pero él aprieta su agarré haciéndome soltar un quejido─ No hagas esto complicado, Muerte.

Me safo bruscamente.

─¡¿Qué?! ─suelto.

Axavel sonríe, me agarra del brazo fuertemente, y me arrastra hasta que termino pegada en la pared, con él frente a mí, su mano sube hasta mi cuello y aprieta.

─Aprenderás, Ailén, que nadie me alza la voz, nadie me lleva la contraria y mucho menos me reta ─su cara está tan cerca que puedo sentir su respiración─ Al menos de que quieras problemas, te sugiero que te acates a mis normas, de lo contrario, el resultado será malo.

Aprieto mi mandíbula y me molesta, me enfurece que me trate así, como... Como un perro. No quiero problemas pero su mano, su tono, sus ojos dilatados me hacen sentir ira en mi interior, odio, resentimiento... Oh no, nadie me trata así.

Me atrevo a mirarlo directamente y sin titubear le respondo:

─Sé que mataste a Brisa.

Axavel entrecierra sus ojos y por unos segundos se queda callado.

─¿Eso es una amenaza?

─No, pero pienso que tratar de esa manera a la persona que puede hundirte diciendo una simple oración, no es actuar con sensatez.