Axavel © [Versión Borrador]

13

─Es increíble que hayamos podido salir de ese lugar ─hizo un gesto de cansancio mientras se quitaba una gota de sudor imaginaria de la frente.

─Dímelo a mí ─solté un suspiro.

─A mi no me pareció tan malo.

Seren y yo la miramos rápidamente, la escrutamos como si le hubiera salido una segunda cabeza.

─¿Estás loca? Me sentí como si hubiera cometido un crimen y ellos fueron los policías que me interrogaban.

─Eran preguntas simples, Seren, no seas exagerado.

─No lo sería de no ser esta la décima vez que me hacen un interrogatorio desde que convivo con la loca de Ayleen.

─¡Oye! ─le di un golpe─ No estoy loca.

─Cierto, estás demente ─lo miré mal y le pisé el pie, escuchando su fuerte quejido en respuesta─ ¡Auch, Auch! ¡Déjame!

─Los dos son unos exagerados, tus padres son agradables ─sonrió Dev.

─Ugh ─Seren hizo una mueca después de que dejé de pisarlo.

─Lo son, pero aveces son demasiado agobiantes, Seren lo sabe más que nadie.

─Sí, una vez me pidieron mi acta de nacimiento, se enteraron que estaba apunto de cumplir dieciocho años y Ayleen apenas cumplía quince, fue traumático.

─Es normal, cualquier padre actuaría así cuando un chico se acerca a su hija con otras intenciones.

─No sé porqué supones que yo era el que tenía las intenciones, es todo lo contrario, Ayleen era la que más estaba ansiosa.

─¡Seren! ─le di un golpe.

─¿Qué? Ella cree que yo fui el que te llevo por el mal camino ─negó con la cabeza─, no, tú me corrompiste a mí.

─Ya cállate, imbécil.

─Okay.

Deva nos miró a los dos antes de volver a hablar.

─Tenías razón, la pasta de tu mamá es deliciosa ─me sonrió mi amiga.

─Te lo dije ─le sonreí─ ¿Qué harás ahora? ¿Ya te irás a tu casa?

─No lo sé, ¿Tú ya te vas? ─miró a Seren.

─Creo que sí, mañana tengo que irme temprano ─hizo una mueca de tristeza que fue correspondida por una mía y de Deva.

─¿Qué? ¿Tan pronto? ─reproché.

─Me quedé una semana más y mis padres comienzan a sospechar, tengo que ir antes de que descubran la verdad y me dejen sin herencia.

─No es justo, la semana pasó muy rápido. No quiero que te vayas.

Seren esbozó una sonrisa.

─Lo sé... Pero volveré.