Secretos

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Capítulo 6

Mientras menos sepa de los crímenes de Arwan es mejor por lo cual decido no preguntar más al respecto, el trayecto continúa en completo silencio hasta llegar al juzgado en donde verifico que efectivamente mi expediente está en limpio, salgo del lugar con la esperanza de que Arwan me esté esperando y por suerte si es así, subo nuevamente sin decir nada y él comienza a conducir.

— Gracias Arwan — bajo del auto — Es todo tuyo — le doy el collar

— Gracias Aspen.

Entro a casa y voy hasta mi cuarto en donde vigilo que no haya nadie cerca, levanto el colchón y verifico que el verdadero collar siga escondido dentro del colchón.

Volví a ser una persona libre, con mucho dinero en efectivo y sin que los Diabrotic estén en mi vida. Me doy una ducha, cocino algosencillo y me voy a dormir, la primera vez en semanas que logro dormir con tranquilidad.

— Si gritas, si te mueves morirás — dice un susurro mientras su mano cubre mi boca

Aunque quisiera gritar mi cuerpo me lo impide estoy congelada, mi corazón late a toda fuerza y mis manos tiemblan, el aire se vuelve pesado, llegando al punto de que respirar se vuelva una tarea sumamente complicada.

Solo puedo fijarme en aquellos ojos azules junto a su cabello negro que el suéter cubre casi por completo, él se confunde con la oscuridad de mi habitación porque él era eso, completa oscuridad.

— ¿Vas a gritar? — pregunta en un tono demandante a lo cual yo niego con la cabeza — No se te ocurra gritar.

Levanta con cuidado la mano, me observa un instante y esboza una sonrisa la cual hace que un escalofrío recorra mi cuerpo, quiero hablar y gritar pero solamente un tartamudeo sale de mi boca.

— ¿Qu... é?

— Hay dos sujetos que entraron a robar, me voy a encargar de ellos y después vuelvo.

Él sale por la puerta y escucho unos cuantos murmullos, me coloco mi bata junto a mis pantuflas, abro la ventana y salgo corriendo.

Corro, es lo único que hago, mi mente se nubla un momento hasta que me detengo a pensar en que voy a hacer y camino hacia la estación de policía.

Aunque de cierta forma me haya salvado no significa que sea bueno, en lo absoluto lo es.

Arwan, el dueño de la oscuridad que por alguna razón está en mi habitación, aceleró el paso hasta llegar a la estación de policía la cual está completamente vacía exceptuando por unos cuantos policías los cuales están bebiendo café.

— Unas personas entraron a mi casa — digo alterada — No se que quieren o...

El collar.

Salgo de la estación sin decir nada más a los policías, corro hasta la casa la cual está comenzando a incendiarse, el humo sale por las ventanas las cuales se encuentran rotas, pienso dos veces en entrar por el collar y el dinero, pero todo explota en cuestión de segundos, por suerte logró lanzarme al suelo cubriendo mi cabeza para que ningún trozo de la casa pueda lastimarme.

— ¡Mi casa!

— La buena noticia es que los sujetos ya no están... — indica Arwan sin importancia

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