Minutos

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Capítulo 27

La luz me ciega por completo y solo puedo notar como se llevan a Arwan, intento correr para alcanzarlo, pero los sujetos me lo impiden, la puerta se vuelve a cerrar.

Me lanzó a la cama apagando lo último de la vela y comienzo a gritar, el torpe de Arwan va hacer que nos maten antes de tiempo, además no pudo decirme nada, solamente se fue y me abandonó.

— Maldición Arwan — murmuro entre dientes

Puedo repetir mil veces el hecho de que soy fuerte, pero en estos momentos siento como todo cae a pedazos, todo se lanza sobre mi desde la muerte de Tyler hasta hacer pasar a Lyssa por todo esto.

— ¿Acaso quieres llorar por mi ausencia? Esperaba más de ti As — esboza una sonrisa mientras se recuesta en la pared

— Eres un... — Me levanto y corro para darle una bofetada a lo cual el no responde

Le doy varios golpes hasta que finalmente me canso de golpear su pecho, mis ojos están llenos de lagrimas y en mi cuerpo hay una extraña mezcla de tristeza y enojo.

— Ven As — toma mi mentón y me acerca a él, su respiración esta agitada y su labio sigue sangrando — Eres una pesadilla, eres imposible y te odio.

— Tú no eres un encanto tampoco — digo entre dientes

— Además te acuestas con mi hermano — enarca la ceja

Demonios, es cierto, había olvidado ese detalle. — Así es — digo con firmeza

— Pero yo te quiero para mi As y yo no comparto lo que me pertenece — susurra contra mis labios

— Yo no soy tuya Acs, no soy tuya ni de nadie...

— Eres mía As, porque todo este tiempo me estuviste buscando a mi, a tu otra parte inestable.

No puedo decir nada, me encuentro hipnotizada por sus palabras y aquellos ojos  azules que me miran de manera penetrante, me pongo de puntillas para poder besarlo, juego con su cabello mientras el ataca mis labios de manera agresiva.

— Me odio por amarte — dice en un susurro — Y no puedo vivir haciéndolo.

— No puede doler más que la vida...

— Sabes, odio el color blanco es muy delicado voy a cambiar con el color negro, es más sencillo vivir así — esboza una sonrisa

Sus palabras chocan en mi mente, se de lo que habla, vamos a escapar de aquí o al menos yo lo iba a hacer.

— El blanco no se puede quedar atrás — digo en un tartamudeo

— El blanco debe morir para que todo pueda volver a la normalidad...

Un nudo se forma en mi garganta al escucharlo por lo cual solo asiento con la cabeza y salgo al pasillo, las luces blancas dañan mi vista por lo cual bajo la cabeza y sigo caminando hasta llegar a la oficina.

— Pensé que me habías dejado — digo en un murmuro al notar que no hay nadie

Él me mira de forma extraña mientras yo comienzo a llorar, lo abrazo mientras balbuceo cosas entre el llanto.

— ¿Cuantas cámaras hay? — digo en un susurro sin dejar el llanto

— No sabes cuanto te extrañé — me rodea con sus brazos de manera incomoda
— Fueron como diez años.

Intento visualizar las diez cámaras, pero solo noto cinco las otras deben estar a mi espalda.

— ¿Nos van a dejar salir? — le pregunto de manera incrédula mientras limpio las lagrimas de mis ojos, nadie que me conociera bien se creería este cuento, pero es lo suficientemente bueno para no levantar sospechas

— Sí pequeña — dice con una sonrisa incomoda

Debo mantenerme en mi papel de novia incrédula aunque eso consuma mi interior, siento las miradas sobre mi y la manera en como Arwan me sujeta con fuerza.

— Me cansé — digo en un susurro y visualizo un jarrón de cristal que esta en la mesa — Pecho a suelo.

Me alejo rápidamente de mi y corro a la mesa de centro la cual no se encuentra lejos, tomó el jarrón y lo lanzó al sujeto que esta en la puerta, el otro sujeto intenta sacar su arma y disparar, pero Arwan lo deriva, tomó un florero y lo lanzó al último de ellos que se encuentra en la puerta.

Antes de poder realizar cualquier otro movimiento Arw lanza la mesa de centro contra la gran ventana, me sujeta de la cintura y corremos hasta la ventana, los vidrios rotos están esparcidos en el suelo, pero no tengo tiempo de contemplar aquel escenario ya que él salta de la ventana llevándome junto a él, me abraza para poder protegerme y me aferro a él lo más que puedo.

Un grito se queda atorado en mi garganta al sentir la caída libre, cierro mis ojos esperando el impacto de nuestros cuerpos contra el asfalto, pero lo único que escucho es la risa de Arwan.

— Ya puedes abrir los ojos.

Abro los ojos de golpe notando que él se sostiene de una roca la cual resalta entre todas.

— Deberías comenzar a mover tu trasero porque no creo soportar más tu peso — dice entre dientes

Ruedo los ojos e identifico alguna roca de la cual me pueda aferrar, logro acomodar mis pies en un pequeño hueco entre el montón de rocas.

— ¿Listo para comenzar a descender? — lo observo fijamente

— Debemos hacerlo rápido la roca esta comenzando a cortar mi piel — dice con molestia — Sigo odiando las manchas en mi ropa en especial si se trata de sangre.

Decido quedarme callada y comenzar a bajar, esto es más complicado de lo que pensaba, las rocas tienen cierto filo y algunas no dejan huecos en los cuales pueda sujetarme, el viento no era mi amigo tampoco ya que arrastra consigo rastros de lluvia la cual choca contra mi cuerpo amenazando con una futura hipotermia.

El tramo se volvía eterno, los minutos se vuelven horas y mi mayor temor es que las horas se conviertan en días.

Broken +18Where stories live. Discover now