22 || Reconocimiento de muchas verdades

1.5K 284 234
                                    

¿Adoptado? ¿Cómo podía ser eso posible? Estaba confundido, pero también sentí un poco de esperanza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Adoptado? ¿Cómo podía ser eso posible? Estaba confundido, pero también sentí un poco de esperanza. Tal vez Bee no era mi prima, después de todo.

Me sentí mal por sonreír en ese momento, pero era algo que no podía evitar, luego de esas semanas de solo pensar en lo mal que estaba. De pronto una luz al final del camino se encendió a mi favor.

—Hola allá arriba. —Cerré la puerta de la habitación de mi padre, y miré el techo—. Si estás ahí, por favor, te pido que esto sea verídico —añadí. Sonreí un poco y negué con la cabeza.

Yo de verdad deseaba que lo que tenía en mis manos, fuese real.

Al terminar de ordenar mis cosas en la mochila, salí de casa con ganas de revisar los papeles que tenía encima.

De regreso al apartamento de Bee, manejé con mucho más cuidado del habitual, no dejé de pensar en lo extraño que había sido el accidente de antes. Podía repetirlo las veces que quisiera: Counterville era un lugar seguro para conducir.

Luego de estacionar el auto, saludé a Thomas, el vigilante, subí en el elevador hacia el apartamento. Suspiré un poco al llegar, no pensaba volver tan temprano, pero sentí que mi casa no era un lugar seguro para leer, así que caminé hacia mi habitación junto a mi mochila, y la dejé sobre el suelo. No tenía muchas ganas de ser ordenado, sinceramente.

Dejé el certificado y los demás papeles sobre mi cama, luego dejé el cuaderno donde anotaba todas mis suposiciones. Tal vez había estado haciendo mi propia investigación en silencio y no le diría a nadie hasta llegar a, la que supuse, una conclusión correcta.

—¿Qué clase de familia me tocó? —pregunté a nadie en específico. Por supuesto que no tuve respuesta, y me hubiese dado mucho miedo si la tuviese, en realidad.

Suspiré recostándome en la almohada mientras leía cada papel. Incluso algunas cartas que no le había entregado a Bee. Pero no podía procesar la información, porque después de cuatro días sin dormir, y en un muy buen conveniente momento, me dio sueño.

Sentí cómo poco a poco mis párpados pesaban un poco más, y solo pensé «No debí recostarme». ¡¿De qué material estaba hecha esa almohada, y por qué no funcionó de esa manera las últimas condenadas noches?!

Y ahí, en posición fetal, rodeado de muchos papeles importantes, me dormí.

Desperté cuatro horas después, justo cuando mi teléfono sonó. Era Kevin, también tenía un par de mensajes suyos.


Super Kevin

«Estoy llegando en diez minutos a casa de Bee, me pidió que te busque para ir por ella a su trabajo.» 15:00

«Cinco minutos.» 15:05

«Llegué. Sal ahora, o perecerás.» 15:10

«Finn.» 15:10

Entre mis recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora