Capítulo 2: ¡Auch!

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Capítulo 2: ¡Auch!

Jane

El despertador sonó a las siete de la mañana como todos los días.

Pero hoy no era un día cualquiera, ¡hoy era el día del concierto!

Y, gracias a eso, había podido dormir a penas seis horas. Pero era viernes y, como todos los demás estudiantes, tenía que ir a la escuela a pesar de haberles rogado y suplicado miles de veces a mis padres para que me dejaran quedarme en casa.

Al principio era con pequeñas indirectas:

—"Pues sabes mami, los padres de Carol le dejaron quedarse en casa el día que fue a ver a The Keys of Sound en concierto" —le decía en los primeros intentos.

Luego se fue agravando más con el paso de los días:

—''Mira mamá, he leído en internet que si estás muy entusiasmado con algo, te va impedir pensar con claridad y poner atención a lo que sucede a tu alrededor, por eso encuentro beneficioso para, no solo los profesores, sino para mis compañeros que falte el día del concierto, porque mi asistencia al centro ese día va a ser perjudicial en el rendimiento académico de la clase. Y por cierto, me encanta el peinado que llevas hoy'' —a los padres les encanta que utilicemos palabrejas raras pero elegantes, así que intentaba decir muchas de ese tipo y, bueno, un cumplido nunca estaba de más.

—Inténtalo mejor la próxima vez —me respondió con una retadora sonrisa.

Hasta que en el decimonoveno intento ya empecé a exagerar:

—''Pero imaginad que, mientras yo estoy en el instituto, cambian el lugar donde se da el concierto y lo anuncian por Twitter, pero luego les hackean a todos las cuentas y entonces yo no recibo el mensaje y no llegó a ir al concierto. No me lo perdonaría nunca'' —supliqué medio sollozando medio gritando.

Y, mientras mis padres me observaban riéndose de mí, Owen y Molly me miraban raro, con miedo reflejado en sus miradas.

—Eso le pasa por ver a esos youtubers del internet, que la mayoría están medio locos —le decía mi padre a mi madre a la vez que negaba con la cabeza.

Me incorporé en la cama y me quede sentada en el borde escaneando la habitación mientras repasaba en mi mente todo lo que tendría que hacer, cuando un curioso detalle me hizo detener la mirada en ese punto: se me había olvidado por completo preparar la ropa el día anterior.

Así que, rápidamente, me puse a revolver mi armario ya que me solía costar mucho decidir que ponerme, además que era pésima combinando prendas.

Ya tenía preparado una sudadera con unos simples vaqueros y estaba rebuscando entre las cajas de zapatos cuando, sin querer, tiré una pila de ellas provocando que cinco cajas cayeran al suelo.

—¿Que estás haciendo, Jane? —inquirió mi madre abriendo la puerta de mi habitación.

—Preparando la ropa para el instituto, que ayer se me olvidó —le respondí mientras iba abriendo las cajas que anteriormente había derribado—. Por cierto, ¿dónde están mis botas negras?

—Están en el armario de la entrada, cariño —contestó poniendo una mano en mi hombro, obligándome a parar—. Jane, hoy no tienes escuela.

Y en ese momento recordé que era cierto, tenía el día libre porque la escuela celebraba su centenario de fundación, por lo cual al final había conseguido quedarme en casa.

Lo sé, me había humillado para nada.

—Ay, que tonta —respondí riéndome de mí misma—. Se me había olvidado, por eso ayer no preparé la ropa.

Más allá de la música © Where stories live. Discover now