Capítulo 21: ¿Jelliot?

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Capítulo 21: ¿Jelliot?

Jane

-¿Y en qué consiste el plan? -pregunté tras oír su explicación. Carol, cuando se lo proponía, podía llegar a dar miedo.

El caso es que se había autoinvitado a mi casa porque debía decirme algo muy importante. Ayer lo de las entradas y hoy esto, al final me iba a dar algo. Me había comentado que sospechaba que Am se estaba viendo con alguien, cosa que yo ya sabía. Sus sospechas habían aumentado cuando casualmente no había podido quedar con ella, casi todos los fines de semana se reunían. Yo a veces no iba porque, bueno, salía con Elliot.

Me había dicho que tenía un plan para desenmascararla, Carol era muy aficionada a series y películas de mafiosos, policías y detectives.

-Pues verás, tengo una aplicación en el móvil que te indica dónde se encuentran las personas que tienes agregadas y Am es una de ellas -comentó con una sonrisa triunfal-. Solo la tendríamos que seguir y ¡voilà!

-¿Y planeas que la sigamos? Eso sería invadir su privacidad, además que es nuestra amiga -repliqué. Demasiadas series, yo ya se lo había advertido.

-No tiene por qué darse cuenta, sabes que yo soy muy sigilosa, como un mapache -explicó imitando a un mapache. Yo me la quedé mirando como si le faltase un tornillo mientras ella hacía ruidos de mapache. Aunque no estaba muy segura, nunca había visto ni oído a un mapache.

-¿Tengo elección? -cuestioné más bien como una pregunta retórica, ya que sabía cuál iba a ser su respuesta.

-No, querida Jane, no -negó con la cabeza y pasó un brazo por mis hombros.

Carol tecleó unas cuantas veces en la pantalla haciendo que apareciese la dirección en la que se encontraba, el cine. No sé por qué había accedido a ayudarla con el plan porque era una terrible idea. Primero, Am se enfadaría mucho si nos llegase a descubrir; segundo, no sabíamos en qué sala del cine estaba ni siquiera si estaba viendo una peli; tercero, en llegar tardaríamos mínimo quince minutos y seguro que la película ya habría empezado y, por último, estaba dejando mi vida en manos de una aplicación que tenía Carol.

Bueno, no había que exagerar tanto, pero aún así no estaba segura de que funcionase.

Cuando llegamos al cine habían pasado casi cuarenta y cinco minutos. Fue culpa de Carol que me aseguró que conocía un atajo y que llegaríamos antes. Lección del día: nunca fiarse de las ideas de Carol.

Ahora nos encontrábamos en la parte más difícil de la operación, ya hablaba como los profesionales, la App indicaba que estaba en este cine, pero ya no decía más, por lo que debíamos buscar por todo el lugar para averiguar la sala.

Me acerqué a ver el panel donde ponían todas las películas que echaban hoy. Era un cine bastante grande y contaba con muchas películas y salas. Qué bien, pensé interiormente.

-Tú puedes ir por arriba desde la uno hasta la diez, y yo desde la diez hasta la veinte, ¿entendido? -planificó Carol con su voz de detective, como me había dicho antes.

-O podemos entrar en esta sala -señalé el panel con el dedo-, están echando un maratón de Doña Bárbara, y Am nos comentó que le gustaba mucho esa telenovela.

En el cine, a parte de películas, a veces ponían maratones de series o capítulos de series muy antiguas. Actividades para atraer más clientela.

Más allá de la música © Where stories live. Discover now