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—Eso es estúpido. Estás loco. —la voz estridente de Seokjin sonó por encima de las demás. A pesar de la frase un poco tosca, se estaba riendo.

—¡El que tenga miedo a morir, que no nazca! —gritó Taehyung, obligando a que todos los de la mesa se dieran vuelta a mirarlo. Incluso otras personas en el bar giraron sus cabezas ante tal escándalo.

Habían salido en grupo, pero aún así, para esa hora de la noche, la charla se había ido dividiendo, por lo que cuatro de ellos hablaban de un tema distinto a los tres que se encontraban en la esquina.

—¿Y cuál es tu idea, exactamente? —preguntó Jimin, bebiéndose el último trago de gin tonic que descansaba en el fondo del vaso.

—Es fácil. Tengo que aprobar historia del arte, y yo soy un asco en historia. Por más arte y flores que le pongan al título, sigue siendo historia y no puedo recordar una puta fecha. Esa profesora me tiene ganas, lo sé. Entonces, sólo debo encontrar una manera de...

—¿Coger y que te apruebe? —Jimin interrumpió, haciendo una mueca de dolor cuando el castaño le hundió el pie por debajo de la mesa.

—Pero no lo digas así. Suena mal. —Taehyung formó un puchero que lo hizo verse tierno, casi como si fuera una persona diferente a la que había sugerido engancharse con su profesora para obtener una nota.

—Pero es exactamente lo que planeas. —Jimin no compró su actuación inocente, ignorando su mirada y buscando a la mesera en cambio. Pidió otra bebida.

—¿Tienes idea de cuántas cosas pueden salir mal? —Yoongi, quien no pertenecía a la conversación de los tres, se unió a ellos con las cejas alzadas. Los siete, girando la cabeza para mirar a Taehyung, ahora volvían a reunirse como un gran grupo con una charla en común.

—Es cierto. Podrían despedirla y tú tampoco quedarás bien parado. Además, ¿cómo sabes que ella te aprobará después? ¿Te arriesgarás a tener sexo aún sabiendo que no puedes conseguir nada? —Namjoon estaba frunciendo el ceño desde la otra esquina de la mesa, jugando con el servilletero entre sus manos.

—Repito, el que tenga miedo a nacer que no muera. Esperen. No era así. —Taehyung negó, golpeándose con la palma en la cabeza.

Jung Hoseok, al lado de Jimin, lanzó la primera risotada, acompañada de la de Kim Seokjin en la esquina. Para ese momento, la mayoría tenía la cara roja de tanto beber, y sus voces sufrían muchos desniveles, no pudiendo controlar los gritos. Hoseok solía dormirse cuando bebía demasiado, sin embargo, parecía que toda la situación de Taehyung y la historia lo hacía desternillarse de la risa.

Jimin agradeció a la mesera cuando volvió con su pedido. Y sólo ese momento fue suficiente para perder el nuevo rumbo de la conversación. Pero no le molestó en absoluto. Se divertía simplemente con verlos hablar tan animados. Se sentía cálido de sólo tenerlos allí, reunidos todos luego de semanas sin poder verse. Los exámenes de la universidad habían sido excusa suficiente para mantenerlos separados. Jimin ya extrañaba sus rostros. Algunos más que otros, porque los había visto por última vez hacía más tiempo.

Por ejemplo, Kim Namjoon, que estudiaba Letras en la universidad contigua. Park tendría que cruzar todo el campus sólo para ver su sombra. Y eso era si tenía suerte, porque Kim pasaba sus días yendo en bicicleta de un lado a otro, haciendo imposible que alguien lo encontrara en un mismo lugar; además, teniendo en cuenta que el campus era demasiado grande para albergar cuatro universidades distintas: una de artes, otra de ciencias, de medicina, y la última de leyes. Entonces, nunca podría verlo más de cuatro veces al año. Namjoon estaba a punto de recibirse, habiendo adelantado un año, gracias a su elevada inteligencia. Jimin habría deseado tener esa capacidad de resolución que tenía su amigo, pero le tocó conformarse con su mente apenas perspicaz.

Can I be him?  *Kookmin*Where stories live. Discover now