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Días después, Jimin se rindió y le tejió algo a Jungkook. Era un simple gorro negro, que le tomó sólo unas horas, pero que quedó precioso. Se lo dejó a escondidas en su habitación. Sabía que no podría ponérselo en esas fechas, porque el invierno apenas estaba llegando, y los días de calor eran más abundantes que los de frío, pero ansiaba que al menos se lo probara.

Cuando el pelinegro lo encontró, estuvo muy feliz, y esa gratitud llenó un poquito las grietas en su pecho, sabiendo que había valido la pena haberlo hecho por él.

Su abrigo estaba casi listo, pero tuvo que dejarlo a medio finalizar porque tenía exámenes para los que estudiar. Por lo tanto, tiró los libros en la mesa y prendió la computadora portátil. Le tomó tres días llegar al tema que estaban dando en clases actualmente. Tenía ojeras por dormir mal, Jimin estaba haciendo malabares entre el trabajo, el estudio, y las clases de baile.

Sin embargo, mientras más agotado y atareado estuviera, menos pensaría en Jungkook, así que empezó con una nueva rutina en su vida diaria. Pondría una colchoneta enfrente del televisor y allí haría los estiramientos principales. Quería recuperar la elasticidad que tenía tres años atrás. Estaba siendo diligente con eso, porque era algo que le importaba y porque lo necesitaba para la coreografía que estaba haciendo con Jaebum.

Ese día lo hizo sólo para relajarse, porque venía de una semana estresante. Empezó extendiendo sólo una pierna, sentado en el suelo, pegando la frente a la rodilla. Luego siguió con la otra, hasta que estuvo listo para estirar ambas al mismo tiempo, intentando llevar su torso hacia el suelo. Si hacía mucho esfuerzo, podía llegar a apoyar el pecho, pero sus músculos tiraban por la tensión. Así que se incorporó y tomó otra posición. Se hizo bolita, apoyado en sus rodillas, y mantuvo las manos por arriba de la cabeza, posando en el piso. Aflojó su cuerpo por unos minutos. Dejó la parte superior baja mientras elevaba la inferior, arqueando la espalda.

Abrió los ojos cuando la calma fue rota. Le pegaron en el trasero. Fuerte.

Miró por encima del hombro a la cara de inocencia fingida de Jungkook.

Jimin suspiró. Había olvidado que él estaba en el departamento. Solía salir demasiado en esos tiempos, por tanto, era extraño ahora considerar que siquiera tenían un lugar compartido. Park simplemente se adueñó del espacio como si todo fuera suyo, moviendo la mesita ratonera y el sillón a un costado para poder realizar los movimientos.

—Eres un pesado. —se quejó Jimin, sentándose sobre sus talones. Peinó su cabello hacia atrás, alcanzando la botella de agua a unos centímetros de distancia.

—Vi la oportunidad y la tomé. —su figura desapareció en la cocina— ¿Ya desayunaste?

—No. Iba a hacerlo luego de estirar.

Jimin dejó la botella, sintiendo mágicamente cómo su estómago se revolvía con hambre. Suspiró, sabiendo que debería cortar la rutina para ir por comida.

Encontró a Jungkook encendiendo la hornalla. Jimin pudo apreciarlo más ahora; y no sabía si era una tortura o una bendición, porque llevaba sólo una camisa blanca larga y ancha, sin los pantalones del pijama, y el cabello revuelto. El Sol de la mañana entrando por la ventana tampoco ayudaba, iluminando el lugar como si fuera un sueño muy lúcido. Y luego Jungkook estaba cantando, como siempre. La melodía rebotó en las paredes y bailó con el aire, llenando la habitación con más luz.

—¿Desayunamos juntos? —la voz lo sacó de su ensoñación. Park parpadeó, aturdido.

—Sí, claro. —carraspeó, tratando de nivelar su voz.

Tal vez, si hubiera sabido que esa sería la última vez en un buen tiempo que compartirían algo más que un saludo, se hubiera encargado de disfrutar el momento. Hubiera puesto empeño en rememorar la forma en que los ojos con sueño de Jungkook parpadeaban lentamente, cómo se reía mientras bromeaban, el cabello negro desparramado en su frente, o simplemente el clima ameno que se había formado entre ellos. Habría recordado lo dulce que era la miel o lo crujiente de las tostadas. Sólo para poder evocar esos momentos cuando el departamento se sintiera demasiado vacío sin Jungkook en él.

Can I be him?  *Kookmin*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora