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En la cuarta semana, estaba terriblemente agotado. Pero descubrió que era un buen método para no pensar. Aún lloraba una que otras veces, principalmente cuando Jungkook no volvía a dormir, significando que pasaría la noche con Minying, pero lo hacía menos seguido porque, apenas tocaba la almohada, se dormía. Era un método evasivo pero servía.

—¡Mierda, no! —chilló.

Había perdido un punto del tejido y tuvo que desarmar parte de lo que había avanzado. Tiró las agujas a un costado y se frotó los ojos. Miró hacia el reloj de la pared, que indicaba las nueve de la noche.

—Tiempo de comer. —juntó la lana y metió todo en una bolsa. Se levantó, justo cuando su celular vibró.

Lo desbloqueó pensando que era Jungkook avisándole que no iba a volver, pero se encontró con que Min Jaebum le había escrito.

Min Jaebum.
9:01

Hola Jimin, cómo estás?
Quería saber si estabas
libre hoy a la noche
para hacer algo

No supo qué contestar de inmediato. Se juntaron cuatro veces en lo que iba del mes, pero siempre a la tarde, en una cafetería. Jaebum era agradable, como siempre había sido, y no daba señales de querer algo más, así que Jimin lo había puesto en la lista de amigos confiables. La pasaban bien, y era un escape de la realidad que necesitaba.

Sin embargo, Jimin apreciaba las noches de los viernes porque eran los días en que llegaba agotado de toda la semana y podía echarse a dormir sin pensar en que debería levantarse tan temprano a clases. Así que lo consideró unos minutos, hasta que se dio por vencido.

Yo
9:07

Hola! Estoy libre,
Qué tenías pensado?

Min Jabum
9:07

Genial
Te parece ir
a un bar?

Yo
9:07

Claro!
Pásame la ubicación
y dime a qué hora

Con un último mensaje, acordaron encontrarse en un bar que estaba en el centro de la ciudad, a las once. Era como un pub donde se podía bailar, y Jimin supuso que debía arreglarse más que usualmente antes de ir. Así que comió algo y enseguida se puso a elegir un atuendo.

Taehyung lo ayudó a seleccionar la ropa, emocionado porque saliera un viernes a la noche, alegando que hacía mucho no lo hacía. Tenía razón, no era habitual para él desde que asistía a la universidad. A veces pensaba que los estudios estaban consumiéndolo vivo, sin él darse cuenta.

Escuchó la puerta de entrada abrirse, pero no pudo mirar por estar aplicándose sombra de ojos. Los pasos se acercaron por el pasillo, hasta que la figura de Jungkook se asomó por el marco del baño.

—¿Vas a salir?

—Ajam. —murmuró, concentrado en no aplicar de más el polvo.

—¿Con Tae?

—Nop. —se pasó un poco de brillo en los labios y después terminó dando los últimos retoques. Se giró hacia Jungkook, aún en la puerta— ¿Estoy bien?

Can I be him?  *Kookmin*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora