Capítulo 3: El peor plan ❤︎

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murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;
Romanos 1:30-31

murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;Romanos 1:30-31

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Unas horas antes de lo ocurrido 

16 de agosto

22:14 pm

—Ashley ¿Podemos hablar? —dice Pilar, y se apoya en la pared de mi cuarto, después de cerrar la puerta Siempre elegimos las mismas habitaciones para hospedarnos. Ojalá ella no supiese el número de la mía.

—¿Es muy importante? Voy a salir. 

—Creo que sí —dice  con preocupación. 

Llaman al timbre.

—Voy a abrir. Quizás hablemos luego —digo y salgo dejándola sola. 

 Agradezco que Juan me venga a buscar. He  logrado escabullirme de la conversación. No quiero hablar con ella. 

Llevo un vestido negro con una abertura lateral. Sencillo, pero muy cómodo. Apenas acabe la cita, le dejaré a Juan las cosas claras. No voy a tener sexo con él. No lo deseo. En la universidad tengo tan mala fama y seguro que cree que puede lograr algo. Sobre mi cuerpo, decido yo.

 Cojo mi bolso y abro la puerta y le observo. Lleva una camisa negra y un pantalón del mismo tono. Me sonríe con autosuficiencia.  

—¿Cómo estás? 

—Bien.

—Te ves como una diosa— pronuncia con voz grave. Me examina de arriba a abajo y subo el mentón. Observa lo que jamás podrá tener. 

Pilar sale de la habitación saludando con un simple “Hola” a Juan.

Tras bajar en el ascensor y llegar al aparcamiento, abre el coche. Es todo un  caos. Como si un huracán de comida rápida hubiese pasado y dejado todos sus desperdicios allí. 

 Abro la puerta de su coche del mismo tono que mi vestido, es un BMW de este año. Juan siempre ha sido rico. Entro y me abrocho el cinturón

—¿A dónde vamos? 

—Ya lo verás.

Coge un cigarro y lo enciende. El humo me asquea así que abro la ventana. Por lo menos reduce el olor a grasa de hamburguesa. Acelera. Aprovecho para mirar el teléfono y escribir a Lexy. Le cuento brevemente que estoy de vacaciones en el resort. No quiero darle detalles. Si le digo que estoy con Juan, seguramente no le parecerá bien, aunque no me lo diga. 

Un giro brusco me obliga a fijarme en él. 

—Vas muy rápido.—suelto con seriedad.

—No tanto —dice él con una sonrisa pícara. 

Efecto de Recencia © ✔︎ 2.5 (Élite 2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora