Toda la sociedad conservadora odia a Ashley. No pueden olvidar el escandaloso vídeo viral. Su libertinaje es criticado en público y envidiado en secreto.
Cuando Víctor le propone fingir una relación por diversas circunstancias, Ashley no puede creer...
En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él. Eclesiastés 7:14
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
17 de septiembre
6:13 pm
Agarro el aparato y me siento sobre la taza del water. Una lágrima resbala por mi mejilla. Con dedos temblorosos y totalmente sola, decido hacer lo correcto:saber la verdad.
Hago pis y espero el resultado. Mis dedos tiemblan.
Camino hasta el cajón y lo abro. Observo las pastillas. No he dejado de tomarlas ningún día. O por lo menos no queda ninguna de días anteriores.
Vamos. No estoy embarazada.
Recuerdo cuando compraba un montón de pruebas como una paranoica. Nunca se lo dije a mi exnovio, Javi. Jamás.Sabía lo que haría si el resultado era positivo.
Sin embargo, no entiendo por qué ahora me causa tanta ansiedad. Quiero gritar, pero en vez de eso, cierro los ojos. Escucho ruido en la planta baja.
Una sensación de soledad me llena. Después de esto, iré a la nueva disco que han abierto a unos minutos del mukul porque sé que el resultado será negativo.
Últimamente no salgo tanto como antes.
Veo el resultado.
Parpadeo.
Dos rayas.
¡Dos asquerosas rayas destrozan mis esperanzas!
Observo el aparato. Debo deshacerme de él antes de que alguien lo vea. Respiro hondo. Cierro los ojos negando. Paso de las explicaciones y de los demás razonamientos. Sea como sea es positivo.
Abro la puerta con la prueba en el bolsillo del pantalón. Veo a Víctor delante de mí, me observa, al parecer estaba tras la puerta esperandome.
. Me he olvidado por completo de él. Debe notar mi expresión perpleja porque no dice nada. Sus ojos se fijan en mi bolsillo, la mitad del aparato sobresale, antes de poder frenarlo, coge la prueba. Sabe lo que es.
Mira las rayitas y sus ojos se agrandan.. Se la arrebato.
—Estas…
—¡Lo sé! No lo digas.
—¿Él lo sabe?
Se refiere al padre. Me estremezco. Me cuesta respirar, así que me agarro a la pared.
El padre.
Víctor me sostiene al notar mi mareo. Observo su rostro conmocionado y las ganas de vomitar vuelven. Me suelto de su agarre y le empujo
Corro hacia el baño. Gateo hasta el water y vomito de nuevo, tiro de la cadena. Una lágrima cae. Agarro la prueba y pienso en dónde esconderla. Me doy cuenta de que estoy llorando.
