En mi propia trampa

No llegue tarde

German POV:

Frene. Apague el auto. Quite la llave del encendedor y me coloque las gafas de sol.El estacionamiento estaba completamente vacio, todos los estudiantes estaban dentro del aula pues las clases habían empezado hace ya veinte minutos. Desganado solte un suspiro y recline la cabeza en el asiento forrado de cuero negro. Era lunes, el primer dia de lo que seria mi ultimo año en el colegio. Mi nombre es German Castillo y tengo dieciocho a;os. La mayoría de las personas creen que la secundaria es un lugar al cual hay que respetar para poder ganarte un lugar que te definirá por cinco años. Es una cárcel por la cual hay que pagar para entrar, un museo que expone una infinita variedad de personalidades y habilidades que te califican como popular o no. Todo depende si estas dentro o fuera. Para mi nada de eso es un problema. Si de tener el control se trata, es soy yo. Siempre se como acomodar las cosas a mi conveniencia y salirme con la mia. Tengo a todas las chicas mas lindas del colegio comiendo de la palma de mi mano y a lo que todo chico popular le falta... ser el capitán del equipo de soccer. Mi vida no podría ser mas perfecta, tengo todo lo que quiero, popularidad, respeto, liderazgo y libertad. Nada mejor que eso.

Fastidiándome de nuevo, mi celular vibro dentro de mi chaqueta. Molesto lo saque del bolsillo y lei el mensaje que recién acababa de saltar en la pantalla. Era de Ramallo.

"Donde estas? La clase empesó hace cinco minutos. No pensas venir?"

Sin quererlo solte una risa que inundo el silencioso ambiente presurizado del auto. Si por algo se distinguia mi amigo era por la mala ortografía que tenia. Presionando el botón que se encontraba en la parte central posterior del móvil, regrese a la pantalla de inicio para verificar la hora. Ya habían pasado tres minutos. Levante la mirada del celular y observe a través de la ventana. Ahí estaba la puerta que daba acceso al pasillo que conocía de memoria. Repleto de alumnos, maestros y con casilleros a los costados. Debido al polarizado negro en el auto y las gafas de sol, todo adquiría un color mas oscuro y sombrio que me quitaba las ganas de tan siquiera salir del auto.

De nuevo suspire y por fin me decidi a bajar del vehiculo. Antes de cerrar la puerta tome mi mochila, me la colgué en la espalda y cerre la puerta. El dia era soleado, sin ni una nube que estorbara la perfecta vista del cielo azulado sobre el panorama. Camine observando cada detalle de la fachada en el lugar, intentando encontrar cualquier mínimo cambio que se hubiera presentado del a;o anterior al actual. Habian pintado el edificio, una que otra se;al de alto nueva, que se habia instalado en el cruce de la calle y nuevos lugares para estacionar autos... nada mas. Cuando empuje la puerta que daba acceso al colegio esta rechino causando que el eco del sonido rebotara por todas las paredes del pasillo. Hize una mueca rogando porque nadie hubiera escuchado el sonido, lo que al parecer era asi. Solte el aire que tenia contenido y continue caminando hasta llegar al salón en el cual me tocaba la clase, según lo que dictaba mi horario que habia recibido por correo hace tres días.

Antes de entrar me asegure de observar por la ventana del salón que permitia ver el interior. Ahí estaba el Profesor Sanchez , bajito, gordito y con sus gafas. Estaba parado al frente de la clase explicando algo escrito en el pizarrón que al parecer era un algoritmo matemático... en resumen no entendí nada. Escanee con la mirada toda la clase hasta que encontré a mi amigo sentado junto a una chica de cabello negro y ojos grises. De pronto recordé que traía las gafas de sol puestas, asi que las tome, doble las patillas y me las colgué en el cuello en v de la camisa que traía puesta. Mas tranquilo me atrevi a abrir la puerta y entrar. De inmediato la mirada de todos se dirigio hasta mi y no tuve mas remedio que aclarar mi garganta para calmarme un poco.

-Buenos días-salude al maestro mientras me acomodaba la mochila en la espalda.

-Ah, Castillo-dijo sin mucho interés voteandose para verme soltamente un segundo- tome asiento. La clase ya empezó.