En mi propia trampa

Mi tipo

GERMAN POV

Caminaba victorioso. Como rocky saliendo del ring habiendo ganado la pelea. Sabia que era lo que tenia que hacer y como lo tenia que hacer. Ayer me habia quebrado la cabeza al pensar en como darle celos a mi profesora cuando cai en la cuenta de que... no era tan difícil. Las mujeres tenían ese radar invisible que lanzaba una alerta al cualquier mujer acercársele a su príncipe azul. Y yo era su príncipe azul. Eso lo tenia bastante claro. No era necesario armar tanto teatro para llamar su atención, con algo simple bastaba. Si mi plan funcionaba la desarmaría por completo pues quedaría expuesta al demostrar sus verdaderos sentimientos hacia mi y celarme como una nena de quince a;os. Sonreí confiado al entrar al aula y verla volteada escribiendo unos números y conceptos en la esquina superior derecha. Me mordí el labio al observar sus piernas, esa mujer era atractiva. En la secundaria solia ocultarse y pasar inadvertida pero la verdad era que no lo habia logrado del todo. Con esas piernas y ese rostro angelical era imposible no fijarse en ella, aunque estuviera oculta detrás de unas gafas. Después de admirar a la musa frente a la clase gire mi rostro hasta ubicar mi lugar. Habia una chica junto a mi escritorio... esmeralda, creo que se llamaba. Rei por lo bajo y me frote las manos, como villano de película. Me habia caído como anillo al dedo, mi plan se ponía en acción.

ANGIE POV

-Abran el libro en la pagina veinte- indique girándome para dar un vistazo general al aula.

Como siempre mi mirada se fijo en un chico particularmente. German estaba dos hileras lejos de mi y abria su libro. La conversación de ayer se hizo presente en mi mente y me robo una sonrisa, obligándome a bajar la mirada para disimularla. Tampoco era de piedra como para no emocionarme al oírlo decir que lucharía por mi; cosa que nunca pensé escuchar salir de sus labios. El que estuviera dispuesto a pelear por mi me emocionaba pero también me hacia pensar en lo complicado que seria el tenerlo tras de mi cuando yo tenia novio. Agite la cabeza, quitándome esos pensamientos de la mente y eleve la mirada para encontrar la mitad de mis alumnos listos para empezar.

-Ok, entonces Laura podes empezar a leer, por favor?-le indique a la chica sentada al fondo de la clase, la mas timida de todas.

La pelinegra asintió con la cabeza y se encogio en la silla. Lentamente empezó a leer. Escanee la clase y verifique que todos estuvieran siguiendo la lectura. Raramente ese dia todos se comportaban como angelitos y no emitían ni un sonido... a excepción de dos. Entrecerré los ojos y me puse las manos en la cintura esperando el momento en que German y su amiguita pararan de hablar. La chica tocaba su brazo como si quisiera comprobar lo fuerte que el le decía que era. <<Ridicula>> pense poniendo los ojos en blanco. Poco a poco todos se percataron del leve parloteo entre sus compa;eros y Laura se vio obligada a detenerse. Conforme escucharon el rotundo silencio a su alrededor German se percato de que estaba interrumpiendo. La chica a su lado, Esmeralda creo que se llamaba, rio como tonta mientras se tapaba la cara.

-Esmeralda podes compartir con la clase que es lo que te causa tanta risa?-le pregunte esbozando una sonrisa burlona.

La chica me vio, totalemente desubicada y solto otra risita.

-Bueno... el me dijo que era super fuerte-empezo ella con su voz excesivamente aguda e infantil- y yo le dije: por favor German no seas un presumido! y luego el me dijo: si mira mis musculos, tocalos y yo los toque y...

-Increible la historia, me cambio la vida- dije sacudiendo la cabeza, con sarcasmo.

Ambos se quedaron callados y por un momento me arrepentí de haber utilizado la ironia como aliada. Solte un suspiro y me cruze de brazos.

-Si siguen interrumpiendo los voy a tener que mandar a los dos a detención, entendido? - conteste no dándome gracia el que haya contestado la pregunta retorica- Laura podes seguir leyendo?