Lo que importa

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ANGIE POV

La situación era como un campo minado. Cualquier movimiento en falso causaría una reacción explosiva en alguno de los dos. Jure que en ese momento mi corazon se salto un latido y en ese instante German empujo a Leonardo, haciéndolo trastrabillar hacia atrás. El chico avanzo con ferocidad y le lanzo un pu;etazo a la cara. Sentí mi garganta cerrarse al ver el cuerpo de Leonardo chocar contra el suelo y me dije que se venia lo peor. El casta;o permaneció sentado por un par de segundos, tocándose el recién reventado labio y como si nada hubiera pasado se puso de pie de un brinco y se avalanzo sobre German. Solte un gritito y me hizo a un lado viéndolos a ambos caer al suelo, se batian entre pu;os y forcejeos. Leonardo estaba encima de German y en un momento de completo descontrol empezó a propanarle pu;etazos en el estomago, haciéndolo gemir con el poco aire que le quedaba. German cerraba los ojos con fuerza e intentaba con todas sus fuerzas sujetar sus brazos pero la falta de oxigeno lo estaba debilidando. Quize gritarle al ojicasta;o que se detuviera pero ningún sonido emanaba de mi garganta, estaba en shock y las lagrimas empezaban a acumularse en mis ojos.

-Le... leo... para!-logre exclamar poniéndole las manos encima.

El hombre resintió la presión que ejercia en sus hombros y se detuvo para tomarme de las mu;ecas con fuerza y apartar mis manos de el. Es ese instante German tomo la ventaja y se lo quito de encima de un buen empujon. Vi a Leonardo caer a mis pies, de espaldas y de inmediato enfoque mi mirada en German. El chico estaba palido y retomaba todo el aire que le era posible, inhalación por inhalación. El cabello de ambos estaba despeinado y la camisa de Leonardo tenia una mancha de sangre que crecia mas y mas. Ambos habían entrado en frenesí y su mirada centelleaba de ira. Vi a German apretar la quijada y tomar un espejo de una estantería cercana a el, se levanto de un tiron y vi a Leonardo hacer lo mismo frente a mi, sentí mi corazon latir salvajemente y quize salir corriendo de allí. German tratrabillaba y crei que aun estaba mareado, pero aunque sintiera que todo le daba vueltas tomo las fuerzas suficientes para quebrar el espejo justo en el rostro de Leonardo. Se escucho un grito de dolor agonizante y Leonardo cayo al suelo, de rodillas. Me lleve las manos al rostro y note que estas estaban temblando del miedo, estaba horrorizada al ver las gotas de sangre caer sobre el oscuro suelo de madera. No podia creer que en tan solo unos segundos mi sala habia sido testigo de una pelea digna de un ring. Veía como las gotas espesas de liquido rojo caian una tras de otra ensuciando el suelo y en ese momento mi vista se nublo. Escuchaba los gritos desgarradores del casta;o y no pude evitar imaginar como estaría su rostro, lleno de cortadas como uno de esos hombres desfigurados tan propios de las películas de miedo. De pronto sentí unas manos sobre mis hombros y pegue un brinco.

-Tranquila- me calmo German con la vos débil, como un susurro.

Lo observe sintiendo que mis nervios iban a colapsar en cualquier momento. Temblaba y las lagrimas en mis ojos amenazaban con salir. Aun no podia superar ese instante en el que el espejo choco contra el rostro de Leonardo, dejando que miles de fragmentos de vidrio se incrustaran en su rostro. El me miraba, débil y con la mirada perdida. Estaba a punto de desmayarse frente a mi y tenia que reaccionar.

-Ge... German- balbucce mientras me acercaba a el.

El me vio con los ojos apagados y me tomo la mano, con suavidad.

-Vamonos- ordeno y me halo con las pocas fuerzas que tenia.

Estaba mal, muy mal. La mano le temblaba y su rostro reflejaba malestar, sabia que quería alejarse de allí cuanto antes. El haber golpeado tan gravemente a Leonardo le podria traer graves problemas, el chico ya era mayor de edad y eso implicaba que podia ir a parar a la cárcel por haberse metido en peleas. Ya no tenia fuerzas para pelear y habia cumplido su cometido, el defenderme. Deslize mi mano por detrás de su cintura y coloque su brazo sobre mis hombros, rodeándome. Era muy conciente de que dejaba a Leonardo atrás y en mucho peores condiciones que German, pero nunca me sentí mas segura de una decisión en mi vida como en ese momento. German me habia defendido a golpes, de un hombre que me habia apu;alado por la espalda. Me dolia el verlo sufrir y dejarlo atrás pero no podia darle la espalda a mi defensor, me necesitaba y era lo minimo que podia hacer por el después de ser tan amable conmigo.

En mi propia trampaWhere stories live. Discover now