Bucky/Peter/lectora

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Holaa aparezco con un pedido, espero te guste. 💕



Me senté en la parte trasera de ese lujoso auto, mis nervios estaban a flor de piel pero también mi entusiasmo.
Creo que hasta el chofer notaba mi estado debido a cuanto temblaba.

Llegué a la ubicación que tenía indicada en mi teléfono celular, dónde me vería con los dos hombres con los que día a día les hacíamos creer a los demás que solo éramos compañeros de trabajo.
Pero no era así, Bucky, Peter y yo manteníamos cierto tipo de relación especial, todos los fines de semana nos veríamos en un lugar diferente en donde teníamos encuentros sexuales, uno mejor que el otro, todos igual de placenteros.

Luego de veinte minutos al fin llegamos, un hotel en el centro de la ciudad, ese hotel que de tan solo verlo desde afuera sabes que lo menos vas a encontrar, es un lugar para descansar.
Las luces de los alrededores resplandecendo me ecandilaban los ojos, se veía hermosa la noche, y sabía que se iba a poner mejor.

Luego de que me indicaran a que habitación subir en recepción, tomé el ascensor hasta el piso 20, mis manos sudaban cada ves que esto pasaba. Nunca sabía con qué me podía encontrar y eso me ponía aún más nerviosa.
Me paré frente a la puerta, respiré hondo antes de tocar, y justo cuando iba a hacerlo esta se abrió, dejándome congelada en mí lugar.

—Hola —me dijo Bucky con una sonrisa cálida.

Tomando mi mano me guio hasta adentro de la habitación, luces rojas la iluminaban, y del baño salió Peter, al igual que Bucky sin camisa, solo usando pantalón negro.

—Emilie... Llegaste —me sonrió.

Les sonreí a ambos.

Peter tomó mi otra mano mientras que Bucky cerraba la puerta con llave, eso me hizo sonreír nuevamente, estaba empezando.

Sentí a Bucky abrazarme por detrás, colocando sus manos en mi panza bajando hasta el botón de mis jeans, luego el cierre.

—Me encanta tu perfume —susurró el sargento en mi cuello mientras dejaba besos en el.

Mientras tanto Peter se dedicó a meterse por debajo de mi camiseta y desabrochar mi brasier.
Los besos de ambos incrementaban con los segundos, sus manos habían empezado a recorrer todo mi cuerpo de punta a punta, mientras susurraban cosas en el camino.

De un momento a otro me encontraba ya desnuda, Bucky y Peter me tomaron uno de cada mano, llevándome hasta la cama, Peter se sentó primero y yo me relajé sobre él, Bucky caminó hasta un cajón que había cerca de la cama y de allí sacó unos frasquitos.
Mientras tanto Peter jugaba con mis pechos y retorciendo mis pezones, logrando que algunos suspiros se me escaparan, mi respiración ya era algo agitada.

—Peter —lo llamó Bucky, dándole uno de los frasquitos.

No supe bien que eran hasta que Bucky virtió el líquido en mi piel, la fragancia era hermosa.
Las manos del soldado lo exparcieron por mis caderas hasta mis muslos. Peter, virtió su frasquito entre mis pechos, y lo exparció por ellos. Todo era tan lento que ya se sentía tortuoso, quería más.

Bucky dejaba besos por mis piernas, haciendo que el calor en mi intimidad creciera. Necesitaba sentirlo, sentir todo de ambos.

Por un momento miré al rededor, la ventana estaba abierta, y se podía ver un poco la ciudad ya que la cortina cubría la mayor parte de esta.
Mi mente se perdió enfocada en esa vista, volví al contexto de la situación cuando sentí algo vibrar contra mi clitoris que me hizo soltar un grito.

—Concentrada —susurró Peter, y pellizcó mi pezón derecho.

Peter presionaba el juguete y lo movía lentamente, Bucky por su parte introducía sus dedos en mí. Mis gemidos aumentaron considerablemente, ambos hombres me tocaban como si su vida dependiera de eso, los dedos de Bucky habían sido reemplazados por un pene de juguete que entraba y salida rápidamente de mí.

—Correte para nosotros —demandó Peter, que ahora se encontraba al lado de Bucky.

No tardé mucho en cumplir sus órdenes, el climax estaba en el ambiente, combinado con deseo y pasión.

Mi primer orgasmo no impidió en absoluto que sus acciones pararan. Para este punto mí cuerpo estaba algo pegajoso debido a la mezcla de sudor y aceites, pero no impedía que las manos de ambos hombres me recorrieran.
Bucky me besó profundamente tomándome del cuello al mismo tiempo que entraba en mí, y Peter subía la intensidad de las vibraciones.

—Emilie —gruñó él varias veces. Mi nombre sonaba tan bien saliendo de sus labios que solo lograba que sintiera más placer.

No tardé en volver a tener un fuerte orgasmo, sentía que no entraba aire en mis pulmones, hacía mucho calor.
Peter me ayudó a ponerme de pie, no sé cómo logré mantenerme parada pero lo hice, Bucky se puso detrás mío tomando del cabello, Peter masajeó mí cuerpo con un poco más de aquellos líquidos de los cuales jamás olvidaría su fragancia. Luego besó mis labios suavemente.

Ambos entraron en mí, ambos llenándome hasta lo más profundo de mí ser. Penetrándome al mismo tiempo que sus manos apretaban mí cuerpo dejando marcas que serían visibles al otro día, mordiendo mi piel y dejando chupones.
Los dos hombres gemían mí nombre, pero yo no era capaz de formular palabra, sentir sus cuerpos apretando el mío era mi parte favorita de todo, solo podía soltar gemidos incoherentes.

Sentí mi tercer orgasmo chocar contra mi ser, solté un gemido ahogado y me relajé contra el cuerpo de Bucky. Solo se escuchaban suspiros, respiraciones agitadas y algunos besos que tanto yo como ellos dejábamos en los otros.

—No siento las piernas —murmuré.

—Eso fue genial, Emilie, cada día mejor —rio Bucky, y Peter le siguió

Cada uno de ellos me dio un beso en los labios tomándome del mentón tiernamente. Jamás me cansaría de esto. Jamás. Era el cielo en la tierra.

Marvel One-ShootsWhere stories live. Discover now